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Carlota Casiraghi ha cumplido su primer cumpleaños como mamá. Como pasa el tiempo. Hace unos años era una adolescente con ganas de comerse el mundo, y ahora, la monegasca es toda una madraza. Licenciada en filosofía por la Sorbona, Carlota siempre ha destacado por su belleza, glamur y discreción. Siempre lejos de los escándalos que han perseguido a otros miembros de su familia. Ahora, con 28 años, celebra su primer cumpleaños con su hijo Raphaël.
El tiempo no corrre, vuela. Sobre todo si nos fijamos en lo que nos rodea. Este es el caso de Carlota Casiraghi, la primogénita de Carolina de Mónaco, que este fin de semana, en concreto el domingo 3, ha cumplido 28 años. La guapa monegasca ha pasado de ser adolescente a ser toda una madraza. Por primera vez ha celebrado su cumpleaños con la presencia de Raphaël en la familia.
Su amor Raphaël llegó al mundo el pasado diciembre. Desde entonces a Carlota se la ha visto hacer muy poca vida pública. Fiel a su estilo, esta licenciada en filosofía por la Sorbona, siempre ha destacado por su belleza, glamur y su discreción. Un perfil muy alejado de los escándalos que han perseguido siempre la vida de los Grimaldi. Su relación con el actor Gad Elmaleh va viento en popa y ha podido soplar 28 velas sabiendo que la vida le marcha de maravilla en todos los aspectos.
Y eso que la vida nunca ha sido fácil para ella. En 1990, su padre, Stéfano Casiraghi, fallecía en un accidente de moto acuática. Desde entonces, Carlota vivió recluida en el pequeño pueblo de Saint Remy, en la Provenza francesa, lejos de aquella prensa que ganaba auténticas fortunas por una fotografía comprometida de alguno de los hijos de Grace. Se formó para ser lo que es hoy. Un ejemplo para todas las monarquías europeas.
Su marido, 15 años mayor
Cuando a su vida llegó Elmaleh todo cambió. Le aportó la serenidad que no encontró en otros novios que tuvo. Suponemos que algo tendrán que ver los 15 años de diferencia y que el actor ya es padre de Noé, un niño de 13 años fruto de su relación con la actriz francesa Anne Brochet.
Después de dar a luz a su pequeño Raphaël han sido contadas las veces que la hemos visto, pero cuando lo ha hecho, lo ha hecho a lo grande. Como por ejemplo en un reciente concurso de saltos de hípica, su gran pasión, donde participó peor también estuvo presente en la entrega de premios. Su estilo llamó la atención. Muchos siguen pensando que es la reencarnación de su abuela Grace Kelly.
Pues desde aquí le deseamos muchas felicidades y nos alegramos de que la vida la sonría.
