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Ya es primavera en el principado de Mónaco. Y es que, como es tradicional, el Baile de la Rosa da el pistoletazo de salida al buen tiempo y a las fiestas. En esta ocasión, varios puntos fueron los más destacados del día. En primer lugar, el vestido que lució Carlota, más ancho de lo normal, lo que enciende las alarmas de un posible segundo embarazo. En segundo, el beso de Pierre Casiragui y Beatrice Borromeo y, por último, la ausencia de la princesa Charlene.
Pocas cosas tienen en el mundo tanto glamour como el Baile de la Rosa. La tradicional fiesta que se celebra en Mónaco y con la cual se da la bienvenida a la primavera. Un acto, al que acuden muchos famosos, pero donde la familia monegasca es la gran protagonista.
En esta ocasión, nos quedamos con varios detalles de un gala, que estuvo decorada por Karl Lagerfeld, gran amigo de la princesa Carolina, y que se realizó con un diseño al más puro estilo art déco, con composiciones florales de aerosoles.
Lo más destacado, como suele ser habitual fue Carlota, quien avivó aún más las especulaciones sobre su supuesto embarazo luciendo un vestido rosa y negro con lentejuelas algo más suelto y amplio de lo que suele ser su estilo. ¿será verdad? En este caso sería el segundo, ya que hace más de un año dio a luz a su primogénito Raphael. Se la vio bailar, pero no mucho, al son de las canciones de Lily Allen. Además disfrutó y bailó junto a su hermano Pierre y su futura cuñada Beatrice Borromeo.
Estos dos fueron los otros protagonistas de la noche. A punto de pasar por la vicaria, se les vio más enamorados que nunca. Y el reflejo fue el intenso beso que se dieron durante uno de los bailes, que hizo saltar todos los flashes.
Las ausenciasComo era lógico, ni Andrea Casiraghi ni su esposa acudieron al evento, algo normal teniendo en cuenta que el nacimiento de su segundo hijo se espera para esta misma semana. Pero la ausencia que sí llamó la atención fue la de la de la princesa Charlene, quien, según publican los medios locales, tuvo que quedarse al cuidado de su hija, la pequeña Gabrielle, que estaba enferma. Tampoco estuvo Estefanía, que a sus 50 años, sigue igual de guapa.
La familia Grimaldi celebra todos los años con esta fiesta la llegada de la primavera, y a la vez homenajear a la princesa Gracia, para cuya Fundación se recaudan fondos en este evento.
