Infanta Cristina: viaja a Madrid en busca del consuelo de la Reina Sofía. La menor de las hijas de Don Juan Carlos y Doña Sofía se encuentra atravesando uno de los momentos más difíciles de su vida, a raíz de la implicación de su marido Iñaki Urdangarín en el llamado ‘Caso Noós’ y la reciente imputación de su secretario personal Carlos García Revenga, ya que ha perdido a la mayoría de sus amistades, y tampoco encuentra apoyo en su familia, a excepción de su madre, con la que se reunió el pasado martes, durante un viaje en solitario a la capital en el Palacio de la Zarzuela, donde pasó la noche para regresar al día siguiente a su casa de Pedralbes.
Tal y como afirmó hace unos días Mario Pascual Vives, abogado de Iñaki Urdangarín, durante estos últimos días la Infanta Cristina «está muy afectada y preocupada», sobre todo tras la imputación de su secretario personal Carlos García Revenga en el ‘Caso Noós’, por el que su marido se enfrenta a una pena de hasta cuatro años de prisión.
Doña Cristina, quien podría estar negociando la renuncia a sus privilegios, ha perdido durante estos últimos meses el apoyo de toda la gente que le rodeaba, incluyendo a su hermano el Príncipe Felipe, que ejerce más de heredero a la Corona, y a su padre, que se preocupa más por la imagen de la Casa Real, y tan sólo le queda el apoyo de su madre y de su hermana la Infanta Elena, a pesar de que también debe mantenerse un poco al margen.
A raíz de la imputación de Revenga, por lo que la Casa Real envió un comunicado en el que afirma que no prescindirá de sus servicios con palabras como: “En consecuencia, la Casa de S. M. el Rey no tomará decisión alguna en su ámbito de responsabilidad sin haber antes conocido y valorado la declaración de Don Carlos García Revenga ante el Ilmo. Señor Magistrado-Juez el próximo día 23 de febrero», la Infanta está al borde de la depresión.
El pasado martes, Doña Cristina, quien recibió 12.671 euros del ‘Caso Noós’, decidió viajar hasta Madrid para reunirse con su madre en el Palacio de la Zarzuela, para pedirle su opinión y su apoyo en estos duros momentos, además de reunirse con personas pertenecientes a la Casa Real con el mismo fin, y es que según una fuente cercana: «Cuando se está sufriendo como está sufriendo la Infanta es natural que busque el amor incondicional de su madre, aunque ésta sea también reina».
Al día siguiente, la mujer de Urdangarín regresó a su casa de Pedralbes, que seguirá siendo su residencia durante poco tiempo al haberla puesto a la venta para abonar la multa de su marido.
Esperamos que con la ayuda de su madre logre levantar el ánimo, y que la Infanta logre superar todo este trance muy pronto.
