Isabel Preysler: cumple 64 años con la ausencia de su marido [FOTOS]

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Isabel Preysler cumple hoy 64 años y no lo hace en un buen momento. Y es que aunque físicamente está mejor que nunca, parece que ha firmado un pacto con el diablo, sentimentalmente echa mucho de menos a su esposo, Miguel Boyer, fallecido hace unos meses. Aunque intenta que la vida siga, ayer presentó una nueva línea de cosméticos, su vacío es muy grande y apenas ya se la ve en actos sociales. La eterna joven nos dice el secreto para mantenerse así.

No ha sido para Isabel Preysler este año su mejor cumpleaños. La filipina cumple 64 años, y claro que lo hace más guapa que nunca, sin embargo, el vacío que dejó su marido Miguel Boyer en su corazón es muy grande. Isabel apenas sale de casa, ya no va a actos sociales, y si tiene que hacerlo es por motivos laborales.
 

El pasado martes presentó una nueva línea de cosméticos, y es ahí donde la vimos. Anteriormente, sólo se había dejado ver en el concierto que su hijo Enrique Iglesias ofreció el 19 de noviembre en el palacio de los deportes, y en diciembre en Valencia, donde fue la estrella de un cóctel de la joyería Rabat.
 

Ahora bien, lo que no se puede decir es que estos problemas afecten a su cuerpo ni a su belleza. A sus 64 años parece que ha firmado un pacto con el diablo y está más joven que nunca. “He tenido la suerte de poder utilizar cualquier cosmético. Porque me gusta y porque muchas marcas me envían sus productos. He probado de todo, aunque ahora me quedo con mis cremas. En otras cosas he sido menos cuidados, por ejemplo, he tomado demasiado el sol”, asegura.
¿Y tiene secretos?
Pues asegura que hace todo lo que hacéis vosotras en referencia a las periodistas.”Me limpio muy bien la cara por la mañana y por la noche, y antes iba cambiando de tratamientos, probando de aquí y de allá. Lo que siempre he hecho es optar por texturas ligeras para el día”. Pues tomaremos nota de sus secretos porque si conseguimos estar el 50% igual que ella, ya será todo un logro.
 

Está claro que el tiempo ha demostrado que aquel flechazo que tuvo con Boyer, que muchos no se creyeron, era un amor de verdad, algo que avalan la treintena de años de convivencia. Ahora en su ausencia, Isabel no hace más que echarle de menos, aunque afortunadamente tiene a su hija Ana, que le está dando mucho apoyo. Además, el corazón de su hija ya tiene dueño.
 

Queremos felicitar a Isabel y desearla que pase unos meses muy felices, aunque la sombra de su marido fallecido siga estando presente siempre.

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