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La estadounidense Katy Perry deslumbró este lunes en su concierto en Barcelona, primera parada de su gira europea ‘The Prismatic World Tour’. Música, color y diversión para animar a los 12.000 fans que acudieron al Palau Sant Jordi. Si no fuiste uno de los privilegiados que lo viviste en primera persona, nosotros te lo contamos todo. Muy atento porque la cantante ha prometido que volverá pronto a España. Esperemos que sea verdad porque muchos se han quedado con las ganas de verla.
EN estos momentos Katy Perry es una de las artistas más grandes del mundo. Todo lo que toca lo convierte en oro. Ya lo hizo durante su actuación en el intermedio de la pasada Super Bowl y ahora, los españoles hemos tenido la oportunidad de bailar y vibrar con ella en el concierto que ha ofrecido en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante más de 12.000 fans. El polideportivo se quedó pequeño y muchos seguidores ya están cruzando los dedos para que cumpla su promesa, lo dijo en el escenario, y vuelva a España muy pronto.
La cantante de Santa Barbara comenzó con uno de sus más importantes hits, «Roar», extraído de su último álbum «Prism», un disco que ha interpretado prácticamente en su integridad a lo largo de la noche. Tras los primeros compases, introducidos por una especie de guerreros híbridos entre los de las películas de «Tarzan» y los centuriones romanos, la cantante ha emergido del escenario desde el interior de un prisma.
«Roar», una canción que tiene influencias de folk rock, el arena rock y el glam rock, puso a Katy Perry en la órbita de grandes estrellas como las veteranas Madonna o Kylie Minogue, o compañeras de generación como Lady Gaga, que por cierto ha anunciado que se casa, Beyoncé o Miley Cyrus.
Está claro que estos espectáculos son de otro planeta. Desde el minuto 1, los juegos de luces, las pasarelas móviles, los escenarios elevados, los cañones de humo se apoderaron del escenario ante las bocas abiertas de todos los espectadores. Y ella como siempre, con cualquier vestido estaba guapa.
En el ecuador de la noche, la tranquilidad y los móviles al aire con sus pantallas blancas han arropado a Katy Perry guitarra acústica en mano para entonar «By the grace of God». Estos minutos más tranquilos han permitido a la voz de Katy Perry brillar por encima de la música en temas como «The one that got away», «Double rainbow» o «Unconditionally» donde llamaron la atención las mariposas gigantes revoloteando el escenario. En definitiva, una pasada.
La Perry no para y tras la ciudad condal ahora llegarán conciertos en Montpellier, Lyon, Assago, Praga, Cracovia, Viena, Bratislava, Zúrich, Múnich, Amberes y Colonia. EL huracán Katy sigue en marcha.
