El mítico exjugador de la NBA Dennis Rodman ha sorprendido en una imagen viral tras tatuarse el rostro de su novia en la cara.
Si por algo es conocido Dennis Rodman es por ser una de las leyendas de los ‘Bad Boys’ de Detroit y posteriormente en los Chicago Bulls, en la época dorada de la franquicia de Illinois. Conocido por su gran juego reboteador, el que fuera ala-pívot siempre ha sido un personaje bastante curioso y excéntrico fuera de las canchas de baloncesto.
Han pasado 23 años desde que Rodman decidiese poner fin a su carrera deportiva. Sin embargo, desde entonces no ha dejado de ser noticia por diversos sucesos relacionados con su vida personal y sus excentridades. La última de ellas, el tatuaje en su cara que se ha hecho viral.
Amor real: lleva a su novia en la cara
Dennis Rodman es uno de los jugadores más carismáticos de toda la historia de la NBA y está considerado uno de los mejores reboteadores del mundo. Sin embargo, en la sociedad se le conoce mucho más por todo lo que ha vivido lejos de las canchas de baloncesto. Y a sus 62 años ha sorprendido con su nuevo tatuaje.
El ex de los Detroit Pistons ha sorprendido a todos sus fans al publicar en su cuenta de Instagram un video del proceso de su último tatuaje. Un grabado que quedará para toda la vida y en el que llevará consigo la cara de su novia, Yella Yella, en su mejilla. Un acto de amor en lo que es la última locura de Dennis Rodman.
Dennis Rodman, polémico donde los haya
En la década de los 90 si había una polémica ahí estaba Dennis Rodman. El hombre que cambiaba de color de pelo en cada partido. Parece que esta vez ha encontrado el amor verdadero después de estar con personalidades muy ilustres a lo largo de su carrera. De hecho, podemos destacar entre ellas a Madonna o a la actriz Carmen Electra. Sin embargo, con ellas no llegó a hacer la locura de tatuarse el rostro de alguna (que se sepa) en un lugar tan visible como su propia cara.
Pero no es la única polémica que ha tenido el ex baloncestista a lo largo de su vida y es que tal como retrató el propio Michael Jordan en su documental, Dennis Rodman era un aficionado a las fiestas y al alcohol, además de ser un amante de la tinta y los tatuajes.
