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La cantante de La Oreja de Van Gogh, Leire Martínez ha dado el sí quiero. Lo ha hecho este pasado fin de semana en la céntrica iglesia de San Ignacio en su Donosti natal. Se ha casado con Jacobo Bustamante, no, no tiene nada que ver con David, después de un par de años de relación. En la ceremonia no hubo mucha gente famosa, tan solo su gran amiga Luján Argüelles, Alex Ubago y por supuesto, todos sus compañeros del grupo musical.
Leire Martínez y Jacobo Bustamante ya son marido y mujer. Después unos cuantos de novio, después de que ella rompiera con el actor Antonio Velázquez, la pareja ha decidido comprometerse ante la Iglesia. La elegida fue la de San Ignacio, en pleno centro de San Sebastián, por lo que la expectación fue máxima, aprovechando el excelente día que hizo en la capital vasca.
La novia llevaba un traje clásico, blanco de tirantes, con volumen en la falda y cola. Como velo escogió uno semitransparente y de encaje, y optó por recogerse el pelo. Aunque lo que más llamó la atención de la gente fue el espectacular coche con el que abandonaron el recinto.
Sencilla y sin famosos
Fue una boda sencilla, donde no abundaron los famosos. Tan solo vimos a Álex Ubago, que fiel a su estilo romántico, felicitó a su amiga de esta manera en Twitter. “Los momentos especiales se convierten en legendarios cuando los vivimos juntos. Hoy es un gran día”. Pero a la que se la vio más emocionada fue a su amiga Luján Argüelles. Ambas mantienen una intensa amistad, y la presentadora de televisión derramó alguna que otra lágrima. Seguro que su amiga espera que el matrimonio de Leire salga mejor que el suyo, ya que finalizó como el rosario de la aurora.
En la boda, por supuesto no faltaron todos sus amigos y compañeros de La Oreja de Van Gogh, hay que recordar que Leire es la cantante principal después de que Amaya Montero decidiera abandonarlo. Desde entonces la voz de la donostiarra es la que se escucha en sus discos y conciertos.
Nos alegramos mucho por la guapa novia y les deseamos que sean muy felices y que coman muchas perdices. Ya solo nos queda decir eso de “viva los novios”.