Los príncipes de Asturias no acudirán al enlace de Mónaco entre Alberto II y Charlene Wittstock, tal y como han confirmado desde la propia Casa Real. El motivo es que la invitación está dirigida al rey Don Juan Carlos, ya que solo se ha invitado a jefes de estado. El rey tampoco acudirá al enlace el próximo sábado ya que se encuentra de baja tras la operación que se le practicó en una rodilla. La Familia Real será, sin duda, una de las grandes ausencias a una ceremonia para la que Mónaco se engalana como en los tiempos de Grace Kelly.
Entre la larga lista de invitados a la boda entre Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock no figura la Familia Real Española, habiendo cursado tan solo una invitación dirigida al rey Don Juan Carlos. El motivo es que desde Mónaco solo se ha invitado a los jefes de Estado. Además, al contrario de lo que sucedió con la boda real de los príncipes Guillermo y Catalina de Inglaterra, en este caso se trata de una boda principesca, distinción que realizan los expertos en protocolo para explicar por qué, ante la ausencia justificada del rey, en este caso no se delegará en los príncipes de Asturias. El rey, operado recientemente de una rodilla, no ha retomado su agenda oficial.
No obstante, aunque todavía no está confirmado, sí podría haber representación española entre los más de 4.000 invitados, caso de la infanta Pilar, la hermana del monarca, y que en este caso acudiría como invitada por la relación de amistad que une el príncipe Alberto por su colaboración con el Comité Olímpico Internacional (CIO).
Mientras, Mónaco se prepara para vivir tres días de festejos, los cuales comenzarán el jueves con el concierto de The Eagles, al que asistirá el futuro matrimonio, un día antes de casarse por lo civil. La ceremonia civil se celebrará el viernes, en la más estricta intimidad en el palacio de los Grimaldi. Eso sí, la ceremonia será retransmitida por pantallas que se han colocado a lo largo y ancho de todo el principado. Esa misma noche tendrá lugar el segundo gran concierto, de Jean Michel Jarre. Y el sábado, la boda religiosa y a la que acudirán destacadas personalidades, como el diseñador del vestido de la novia, Giorgio Armani.
