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Máxima de Holanda es reina de su país, pero también de las pamelas elegantes. Allá donde va siempre hace gala de su buen gusto a la hora de combinar esta, no siempre fácil, prenda en la cabeza. Ya son muchos los actos oficiales donde la hemos visto llevar una pamela, en todos los colores y de todos los tamaños. Normal que haya marcado tendencia y que en su país lo haya puesto de moda.
Nadie duda de que Máxima de Holanda es sin duda la reina más elegante de toda Europa. Sus vestidos, su buen gusto y su elegancia están siempre presentes en los actos donde va. Aspectos que también le han convertido en el miembro de la realeza mejor valorada. Sus vestidos son espectaculares, pero si por algo llama la atención es por su estilo a la hora de llevar pamelas.
Una prenda que no siempre es fácil de combinar pero que Máxima lo hace a la perfección. En muchos de sus actos oficiales la he llevado y siempre ha llamado la atención para bien. De diferentes colores y tamaños, la reina holandesa siempre acierta. Hasta tal punto llega su pasión por ellas, que en su país las ha puesto de moda y las tiendas están haciendo su agosto.
La última vez que la hemos visto lucir pamela ha sido en una visita oficial de dos días a las regiones de Baja Sajonia y Ranania-Westfalia que ha realizado junto a su marido Guillermo. Con una agenda a tope, los reyes presidieron en el fin de semana la entrega de los premios Libertad que concede, entre otras instituciones la Fundación Roosveelt y la Crus Roja y la Media Luna holandesas, en la Nieuwe Kerk de Middelburg. Máxima, con sus impresionantes pamelas volvió a copar el centro de atención.
La soberana holandesa complementó su vestido naranja y dorado, que le sentaba como un guante, con una inmensa pamela a tono de Fabienne Delvigne. Sin duda, Máxima es la reina de este complemento, pues también lució pamela el día anterior en un almuerzo para celebrar el centenario de la ong Stille Helpers. Ella las lleva con estilo y puede permitirselas por su estatura y poderoso físico como demostró no hace mucho en Mónaco.
Máxima, con otro vestido de Natan, volvió a demostrar que es una enamorada de las pamelas, un accesorio que ha puesto de moda y que durante unos años se reservaba para bodas y otras ceremonias, pero que ahora está claro que se puede llevar a cualquier celebración.
