Cómo saber si tu hijo es alérgico a algún alimento

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Picores, erupción en la piel, vómitos… son algunos de los síntomas indicativos de una reacción alérgica a alguna sustancia que ha comida. Vamos a ver más detenidamente cómo saber si tu hijo es alérgico a algún alimento, así como las alergias más frecuentes y cómo tratarlas.
 
¿Sabías que si alguno de los padres es alérgico el niño tiene hasta un 50% de posibilidades de serlo también? Algunas de las alergias más frecuentes, aunque empiezan a desarrollarse en los primeros años de vida, no se diagnostican hasta que somos más mayores. Hay que estar pendiente de cualquier signo o síntoma que pueda ser indicativo de que el más pequeño es alérgico. Dermatitis, estornudos, diarreas, ronchas, tos seca, picores, lagrimeo… sin aparece alguno de estos síntomas es mejor consultar al pediatra. Es muy importante controlar las alergias, ya que, por ejemplo, una reacción a un alimento siendo bebé aumenta las probabilidades de alergia respiratoria al crecer.
 

Alergias al huevo y a la leche de vaca

Entre las alergias infantiles a los alimentos, las más frecuentes son la alergia al huevo y a la leche de vaca. De hecho, según datos médicos, el 3% de los niños de tres años tiene alergia a la leche de vaca, aunque suele desaparecer al crecer.
 
La alergia al huevo se manifiesta con vómitos, dolor de estómago y erupciones en la piel. En los casos más graves, puede provocar anafilaxia (dificultades para respirar, pérdida del conocimiento…). Si el niño es alérgico al huevo hay que eliminar de su dieta la proteína del huevo. En algunos casos, a medida que el niño crece va desapareciendo la intolerancia. En los casos en los que o sea así, el tratamiento suele consistir en un protocolo de desensibilización, es decir, introducir en la dieta este alimento, de manera paulatina y en pequeñas cantidades, para inducir a su tolerancia.
 
En cuanto a la alergia a la leche de vaca, los síntomas más comunes son llanto inconsolable, erupciones en la piel, hinchazón, diarrea, gases, asma o vómitos. Si el niño es alérgico y todavía está tomando el pecho, la madre debe seguir una dieta sin proteína de leche de vaca. Si toma leche de fórmula, hay que darle una especial exenta de esta proteína. También es aconsejable retrasar hasta los 6 meses la introducción de alimentos sólidos. El tratamiento sería similar al de la alergia al huevo, introduciendo de manera gradual, y en pequeñas cantidades, y siempre bajo la supervisión del médico o especialista, para que su organismo la vaya tolerando.
 

Alergia infantil al polen

Además de las alergias a los alimentos, hay otra que también es muy frecuente en los niños. Se trata de la alergia al polen, la cual suele aparecer a partir de los 3 años, aunque en algunas ocasiones debuta antes. Sus síntomas se pueden confundir con un resfriado, desde el lagrimeo, ojos rojos, tos seca o picor de nariz. Se suele tratar con antihistamínicos, pero si el niño es muy pequeño se suelen administrar unas gotas (en función del peso y la edad). Las vacunas solo están recomendadas para niños más mayores.
 
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