Custodia compartida: cómo afrontarla por el bien de tu hijo

Custodia compartida
Custodia compartida: cómo afrontarla por el bien de tu hijo. En las separaciones familiares, cuando una pareja decide poner fin a su convivencia y tienen hijos en común, ha de prevalecer siempre el bienestar del pequeño. No olvidemos que no solamente estamos nosotros como pareja, sino que también tenemos a otras personas que están sufriendo tanto o más que nosotros y que no tienen la culpa de lo que está sucediendo. Para que los niños puedan estar en contacto tanto con la madre como con el padre existe la custodia compartida. ¿Quieres saber de qué se trata?

 
Las separaciones familiares y los divorcios son muy complejos y difíciles para las personas que lo van a llevar a cabo. Tomar la decisión y estar seguro de la importancia de la misma es sumamente importante.

 
En ocasiones no sabemos si estamos tomando la decisión correcta, o si estamos viviendo una crisis de pareja no sabemos si realmente puede ser solventado o no. Para estos casos no solamente podemos pensar en nosotros mismos sino que si tenemos hijos debemos hacerlo de tal forma que ellos sean los menos perjudicados.

 
Si ya hemos tomado la decisión, lo mejor para los pequeños es llegar a un acuerdo entre la pareja. ¿Cuál es lo mejor para los niños? Pues por supuesto dependerá de la familia, sin embargo por regla general lo mejor es la custodia compartida, ya que tendrán en su vida un referente materno y paterno.

¿Qué es la custodia compartida?

 
Es la situación legal mediante el cual, ambos progenitores, en caso de divorcio o separación, ejercen la custodia legal de sus hijos menores de edad siempre con igualdad de condiciones y derechos.

¿Qué implica la custodia compartida?

 
La custodia compartida hace que el desarrollo y evolución de los niños sea compartida por ambos progenitores, ya que ambos tienen un contacto permanente con el pequeño.

 
Por otro lado, ambos progenitores tienen la misma importancia en la crianza del niño y por lo tanto los dos disfrutan de él el mismo tiempo, de igual forma que la dificultad para sacar adelante al pequeño no pesa solamente en uno de ellos.

 
Por otro lado, como todo se mantiene entre ambos, los gastos de manutención y gastos necesarios para sufragar el bienestar del niño se comparten entre los dos. De esta forma se conciencia a ambas partes de la necesidad de cooperación.

 
Para los niños es un beneficio muy grande dentro de la situación de malestar que genera en ellos el divorcio o separación de los padres.

 
Con la custodia compartida los niños sienten que no han perdido a ninguno de sus progenitores y por ello se sienten más queridos y protegidos. A la vez que ocurre esto aumenta el autoestima del pequeño.

 
Para los niños, al tener cerca a sus padres y poder acudir a ellos en cualquier momento sienten mayor lealtad y necesidad de contar las cosas que les ocurre a alguno de los dos.

 
Lo ideal a todo esto sería que la relación entre los padres fuera lo más correcta posible, inculcando al pequeño la importancia de mantener buena relación con ambos. Por otro lado, la comunicación entre ambos progenitores es sumamente importante para el correcto desarrollo del niño.

 
No se tiene que utilizar a los pequeños para hacer daño a la otra persona. Ellos no tienen la culpa de que la relación no haya sido como se esperaba.

Impostazioni privacy