Educar niños bilingües: Ventajas y riesgos

¿Cuáles son las ventajas y los riesgos de que los niños aprendan un segundo idioma desde bien pequeños? Gracias a la ciencia lo podemos analizar con más detalle.

Cómo educar a niños bilingües

Los expertos aseguran que el cerebro de un niño de hasta cuatro meses de edad es capaz de registrar y asimilar cualquier sonido en cualquier lengua, por lo que si quieres educar a un niño bilingüe, cuanto antes empieces a introducirle en una segunda lengua, mucho mejor.

Como bien sabes, aprender un idioma es mucho más fácil de niño que de adulto pero, ¿cuándo es el mejor momento para empezar? ¿Cuáles son las ventajas y los riesgos de educar a los niños en el bilingüismo? ¿Está su cerebro preparado para asimilar y aprender dos lenguas distintas al mismo tiempo?

Los expertos en lenguaje distinguen dos niveles de aprendizaje en cuestión de idiomas: el léxico y los fomenas o sonidos. En cuanto al léxico o adquisición de vocabulario, no hay límite de edad ya que estamos aprendiendo nuevas palabras a diario; pero si hablamos del segundo nivel de aprendizaje, los sonidos o fomenas, la edad si juega un factor crucial, al haber una gran variedad de sonidos distintos, el cabrero según avanza en edad, pierde en capacidad de aprendizaje en este sentido, sin embargo, el cerebro de los niños es capaz de aprender estos sonidos y de retenerlos sin apenas esfuerzo.

Los niños de una corta edad son capaces de discriminar sonidos en cualquier idioma, una vez van creciendo esta habilidad pierde fuerza y solo van reteniendo los fomenas que escuchan con más frecuencia, es decir, en su lengua materna.

El psicólogo y profesor Albert Costa afirma lo siguiente: “Así como con la edad va aumentando la capacidad para aumentar palabras nuevas, sin ningún límite, va disminuyendo la capacidad de crear un repertorio fonológico nuevo, o sea, aprender nuevos sonidos”, y añade: “Esto supone que te haces muy bueno para identificar los sonidos a los que estás expuesto y malo para hacerlo con los que no estás expuesto, lo que se conoce como estrechamiento conceptual”. “Por ejemplo, si un niño chino no está expuesto a la “R” ni a la “L”, no percibe las propiedades exclusivas de estas letras, no las distingue ni diferencia, ni a sus sonidos, ni a las lenguas a las que pertenecen, por lo que al reproducirlas comete errores de pronunciación”.

La exposición a la segunda lengua es tan importante que, incluso siendo bilingüe desde niño, si no se está expuesto a un contacto constante con las dos lenguas, se terminará por perder la que no se escucha de forma tan frecuente.

Los niños bilingües podrán hablar en dos idiomas con cualquier persona así como tener mucha más facilidad para aprender un tercero si así lo quieren.

Los niños bilingües pueden distinguir entre un idioma y otro con total facilidad, lo que supone un ejercicio mental excelente.

El cerebro de los niños bilingües está más entrenado debido al esfuerzo que realizan al hablar en un idioma concreto.

Hay ciertos estudios científicos que afirman que educar niños bilingües supone una reducción considerable en el nivel de vocabulario, los que solo aprenden un idioma tienen un repertorio más rico que los que aprenden dos o más.

Educar niños bilingües supone un esfuerzo constante por parte del cerebro que siempre debe estar al día con estas lenguas para no perder y olvidar lo aprendido.

Consejos para educar niños bilingües

Criar a los niños en dos lenguas distintas no siempre es fácil, se necesita de tiempo, constancia y esfuerzo por parte de los padres y de los hijos.

Poner a los hijos dibujos en otro idioma desde que son bien pequeños es un gran recurso al alcance de todos, pero no debe ser el único, los profesores recomiendan que los padres vean esos dibujos con ellos y que les hagan alguna pregunta sencilla para ver el nivel de entendimiento.

A su vez, se debe acudir a clases en el idioma no materno que se quiere aprender y complementarlas con cuentos, teatros, canciones y cualquier recurso que esté a nuestro alcance.

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