Enfermedades hereditarias de padres a hijos: Las 10 más comunes

enfermedades hereditarias de padres a hijos 48x48
La predisposición genética tiene la respuesta a un número importante de enfermedades hereditarias. Eso sí, hay que dejar claro que la predisposición no implica que necesariamente se vaya a padecer la enfermedad. La herencia de un gen mutado, por ejemplo, está detrás de patologías como la hipercolesterolemia o la fibrosis quística. Pero hay otras enfermedades genéticas más complejas, al depender de más de un gen o bien de otros factores ambientales, como es el caso de las migrañas, la diabetes, la depresión o la miopía, entre otras. ¿Cómo adelantarse al diagnóstico y cómo prevenirlas? Lo vemos a continuación.

Enfermedades de padres a hijos

  1. Diabetes: La predisposición genética es mayor en el caso de la diabetes tipo 2, la cual suele empezar a desarrollarse a partir de la adolescencia, que en el de la diabetes tipo 1 (diabetes infantil). En el caso de la diabetes, los hábitos del día a día son esenciales, como la alimentación (lo más aconsejable, dieta mediterránea baja en hidratos), la práctica de ejercicio físico (al menos media hora cada día) y controlar el peso.
  2. Miopía: La miopía es un defecto refractivo que dificulta la visión de lejos. Si el padre o la madre tienen miopía, las posibilidades de heredarla son de un 30% (50 si los dos progenitores tienen miopía). Realizar revisiones periódicas es fundamental para adelantarse al diagnóstico. 3. Obesidad: No solo influye la genética, también otros factores, como el llevar una dieta excesivamente calórica o la inactividad física. Si la madre tiene predisposición al sobrepeso, es muy importante vigilar la dieta en el embarazo. Asimismo, es importante adoptar hábitos saludables desde la infancia, como el llevar una dieta equilibrada y variada y realizar deporte.
  3. Asma: Si uno de los progenitores es asmática, las probabilidades de heredar esta patología ascienden al 50%. Son varios los genes que están implicados, al tiempo que también influyen los factores ambientales. Los síntomas más comunes son la tos nocturna, dificultades para respirar, presión en la zona del pecho y sibilancias. Para prevenirla, hay que evitar la contaminación, el tabaco, moderar el ejercicio y controlar el sueño.
  4. Colesterol: Un defecto en el cromosoma 19 hace que un 50% de los hijos herede el colesterol alto. Entre los consejos a seguir para controlarla se incluyen el reducir la ingesta de grasa (no más de un 30%), distribuida en grasas saturadas (10%, leche, mantequilla…), poliinsaturadas (10%, aceite de girasol, frutos secos) y monoinsaturadas (10%, aguacate, aceite de oliva…).
  5. Depresión: Recientes investigaciones han constatado la vinculación de un gen del cromosoma 12 en la tendencia genética a la depresión. Si en la familia hay antecedentes de depresión, es importante conocer la causa, ya que en muchos casos se trata de un manejo inadecuado de una crisis. Es importante recordar que ser feliz es básico para una buena salud, y para ello hay que empezar por mimar la autoestima.
  6. Migrañas: Las investigaciones más recientes apuntan a las alteraciones de varios genes en la predisposición a padecer migrañas, aunque también influyen los factores endógenos y ambientales. Evitar los factores que provocan las migrañas es fundamental, desde el estrés, a la alimentación y el sueño.
  7. Cáncer de mama, ovario y colon: Se estima, según datos médicos, que entre un 20 y un 30% de estos tumores son hereditarios. Si en la familia hay algún caso de cáncer, es importante informar al médico para valorar la posibilidad de realizar un análisis genético. Cuidar la dieta, evitar el tabaco, son algunos de los consejos básicos para evitar el cáncer.
  8. Hipertensión: Se estima que uno de cada diez casos de hipertensión es hereditario. Para detectar la predisposición genética se realiza un análisis de la permeabilidad de los glóbulos rojos de la sangre. Además, los expertos en salud aconsejan realizar ejercicio físico de manera regular para controlar la tensión arterial.
  9. Eccemas: Hereditarios en un 30% de los casos. Es importante vigilar el estado de la piel y ante síntomas como aparición de sarpullidos, enrojecimiento o descamación, consultar al dermatólogo.

También te puede interesar: Test antiaging: ¿A qué nos predisponen los genes?

Impostazioni privacy