Ser madre, sin duda, es una de las mayores responsabilidades. ¿Ayuda la edad a asumir mejor el nuevo papel? La edad, sin duda, puede ser una ventaja para ejercer la maternidad con más madurez y serenidad, pero toda madre primeriza, independiente de su edad, puede verse superada por los lógicos cambios que conlleva la llegada de un bebé a casa. Aunque ser madre a los 40 suele ser una decisión más meditada, esto no quiere decir que no se tengan los lógicos miedos, dudas e inquietudes de toda madre primeriza ante los nuevos retos a enfrentar. ¿Cómo asumir el nuevo papel sin que el estrés de la maternidad se interponga?
Es indudable que en las últimas décadas se han producido cambios importantes que han llevado a la mujer a retrasar su edad de maternidad. Cada vez son más las mujeres que buscan la estabilidad personal y laboral antes de decidir ser madres. Esto no quiere decir en ningún caso que renuncien a su maternidad. Pero, ¿ser madre a los 40 supone más retos para las primerizas?
Madre primeriza a los 40
- Ganar seguridad en tu nueva faceta como madre: A partir de los 40 nos enfrentamos a la mayoría de los retos escoltados por la seguridad y confianza que hemos ido ganando. La experiencia que has demostrado en otras parcelas de tu vida debe servir de inspiración para tomar las riendas de tu nueva faceta como madre
- Evitar el exceso de consejos: Ser madre primeriza significa irremediablemente que tendrás que escuchar un montón de consejos. Aunque está bien dejarse ayudar, esto no quiere decir que todo el mundo tenga que decirte qué hacer, y sobre todo recuerda que como mujer madura puedes tomar tus propias decisiones, y eso incluye la el cuidado del bebé.
- Aprender a pedir ayuda: Es importante marcarse pautas, fijar una rutina desde el que bebé llega a casa y, sobre todo, no tratar de hacer más de una cosa al mismo tiempo (un momento para cada tarea). A la hora de organizarnos, si no llegamos a todo, no pasa nada por pedir ayuda.
- Aprender a adoptar una actitud positiva. Sobre todo porque de lo contrario será más fácil caer presas del estrés o de los nervios.
- Favorecer el descanso: Dormir durante los primeros meses del bebé puede ser un reto, si bien es importante que, al igual que durante el embarazo, la madre cuide su alimentación y su descanso para no perder vitalidad. Hay que tener en cuenta que la energía no es la misma a los 20 que a los 40.
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