El ejercicio es fundamental para todo el mundo, pero son los más pequeños quienes se aprovechan al máximo de sus ventajas. La matronatación es una actividad que te ayudará a mantenerte en buena forma a la vez que favoreces el correcto crecimiento de tu bebé. ¿Quieres saber más? Te contamos los principales beneficios de la matronatación para el bebé.
Se desarrolla su sistema psicomotor
Cuando apenas cuenta con unos meses, un bebé no es capaz de moverse por sí solo más que lo que le permite sus piernas y brazos mientras están tumbados. Al introducirse en el agua, el pequeño tiene mucha más libertad y comienza a desarrollar la noción de movimiento mucho antes. Además, fomenta la mejora de la coordinación y el desarrollo muscular, lo cual le será una gran ventaja cuando vaya a comenzar a gatear y evitará un retraso psicomotor.
Mejora su capacidad pulmonar
Al hacer poco ejercicio, los bebés aún cuentan con una pequeña capacidad pulmonar, por lo que la matronatación le ayudará a fortalezarla. Pero no sólo eso, sino que también influye en el sistema cardiovascular, mejorando el bombeo de la sangre.
Se adapta socialmente
Con la matronatación no sólo conseguirás fortalecer el vínculo afectivo que existe entre vosotros, sino que también comenzará a interactuar con otros bebés y se irá acostumbrando a estar con otras personas. Poco a poco irá aprendiendo a hablar y compartir con el resto, llegando a evitar en el futuro problemas de socialización que se pueden traducir en aislamiento o, incluso, en depresión.
Estimula el aprendizaje
Una vez se acostumbre al agua, comenzaréis realizando juegos que resultarán de lo más divertido para el pequeño. Esto hará que comience a memorizar las actividades que más le gustaron y fomente una mejor adquisición de conocimientos en el futuro.
Pierde el miedo a nadar
El agua impone mucho a todas aquellas personas que no se defienden en el medio acuático, ya sea en excursiones a la playa o en la propia piscina. Comenzar desde pequeño con su familiarización eliminará de raíz este problema, y es que lejos de sentir miedo el niño se sentirá como pez en el agua, ¡y nunca mejor dicho!
