Reproducción asistida: ¿Riesgo de defectos congénitos?

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Reproducción asistida: ¿Riesgo de defectos congénitos? En torno a un 15% de parejas recurre a un tratamiento de fertilidad para hacer realidad su deseo de ser padres. El retraso en la edad de maternidad es uno de los principales factores que explican las dificultades de algunas mujeres para ser madres, sobre todo a partir de los 35-40 años. Problemas de fertilidad que, en función del tratamiento de reproducción asistida, puede aumentar los riesgos de defectos congénitos en el recién nacido.
 
Ser madre pese a las dificultades es posible gracias a los tratamientos de fertilidad, avalados por los resultados médicos que sitúan en torno al 90% el porcentaje de las mujeres que se quedan embarazadas. De hecho, en nuestro país, más de 14.000 niños que vienen al mundo cada año lo hacen con la ayuda de las técnicas de reproducción asistida. Sin embargo, tal y como han apuntado los expertos del Instituto Robinson de la Universidad de Adelaida en un estudio publicado en The New England Journal of Medicine y presentado en el Congreso Mundial sobre la Creación de Consenso en Ginecología, Infertilidad y Perinatología, retrasar la maternidad y tener que recurrir a un tratamiento de fertilidad puede incrementar los riesgos de defectos congénitos en el bebé. Retraso en la maternidad que reduce las probabilidades de quedarse embarazada al disminuir, generalmente a partir de los 35, la reserva ovárica.
 
Los investigadores se preguntarán si las técnicas de reproducción asistida influyen en la mayor aparición de defectos congénitos y otros problemas cerebrales que se detectan antes de los cinco años. Una investigación en la que se analizaron más de 300.000 embarazos y se calcularon los riesgos de tres técnicas de reproducción asistida: Fecundación in vitro, microinyección intracitoplasmática y la inducción de la ovulación. Los resultados obtenidos constatan que en los embarazos espontáneos o por métodos naturales el porcentaje de defectos congénitos era menor, frente a los embarazos por inyección intracitoplasmática en los que el 10% presentaba defectos en el feto.
 
Anque las técnicas de reproducción asistida puedan estar relacionadas con un mayor porcentaje de defectos congénitos, también se dan diferencias importantes en función del tratamiento. Así, según los datos del estudio, el riesgo de defectos en embarazos de concepción asistida superó el 8%, en comparación con el 5,8% de los embarazos sin concepción asistida. Por su parte, en la fecundación in vitro el riesgo se sitúa por encima del 7% y para la inyección inatracitoplasmática casi un 10% (9,9). En este último caso, los expertos también han sugerido que el riesgo se prodría reducir con la criopreservación, o congelación de los embriones.
 
No obstante, para los médicos y especialistas el dilema que se plantea no tiene su respuesta en los tratamientos en sí, sino en la propia fertilidad y en los riesgos que conlleva el ser madre a una edad más avanzada.
 
Precisamente, se acaba de publicar el libro titulado ‘Quiero ser madre. Los secretos de la fertilidad’, escrito por Juan Antonio García Velasco, director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y especialista en obstetricia y ginecología, el cual subraya que la edad es, sin duda, el factor que más influye en la fertilidad, aunque tampoco se pueden olvidar otros, controlables y evitables, como el tabaco, los problemas de sobrepeso consecuencia de una dieta desequilibrada, el consumo excesivo de alcohol y cafeína.

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