Micromachismos: Frases y situaciones del día a día

Los micromachismos son aquellas situaciones cotidianas que muestran la violencia hacia las mujeres por razón de género de forma encubierta, casi desapercibida. Se trata de situaciones tan normalizadas que se tornan difíciles de ver, pero que las mujeres se enfrentan a ellas día a día, fomentando la reproducción de las desigualdades entre hombres y mujeres y generando la aceptación social del machismo. Los micromachismos en la pareja son muy habituales, pero también suceden en todos los ámbitos sociales, el trabajo, la escuela, los amigos, la familia, en la calle, una cafetería o el banco. En cualquier lugar se reproducen este tipo de frases y situaciones que perpetúan el machismo en nuestra sociedad. Hoy hemos hecho una recopilación con las más comunes, aunque no son las únicas. ¡Atenta!

  • «No te preocupes, algún día encontrarás al hombre correcto que te haga feliz». Es muy habitual que se relacione la felicidad de las mujeres con tener una pareja sentimental, generalmente masculina. Sin embargo, aunque tener una pareja puede ser un motivo de felicidad en tu vida, no es el único y no es intrínsecamente necesario para que seas feliz, pues la principal persona puede aportarte felicidad eres tú misma.
  • «Déjame que tú no sabes», «mejor lo hago yo», «yo soy más rápido que es cosa de hombres». Este tipo de frases perpetúan la creencia de que las mujeres son débiles y no pueden hacer determinadas cosas «de hombres».
  • Cuando quieres ceder el paso a un hombre y se niega. Hoy en día la cortesía no tiene por qué ser una cosa de hombres. Transformarlo en algo más que una actitud machista es difícil, pero es tu derecho. Si quieres ser cortés con un hombre, tienes todo el derecho.
  • «Eres una nenaza». Cuando decir que hacer algo como una mujer se convierte en un insulto, deberíamos plantearnos cambiar nuestra forma de expresarnos, pues estamos fomentando que lo femenino siga siendo infravalorado ante la sociedad. ¿O acaso decir «eres un hombretón» es un insulto?
  • «No te pongas eso, es demasiado sexy» o «Estás demasiado mayor para vestirte así». Las mujeres soportan diariamente restricciones sociales acerca de su indumentaria, su cabello, su maquillaje… y todo lo que tenga que ver con su cuerpo, porque el machismo cosifica el cuerpo de las mujeres, convirtiéndolo en un objeto de control. Nadie tiene el poder de decidir sobre tu cuerpo, excepto tú. Si te interesa este tema, no te pierdas: Cómo ha influenciado el ideal de belleza femenino.
  • Llamar a una mujer por el nombre y no por el apellido. En los medios de comunicación es muy común ver titulares con apellidos de hombres políticos (Rajoy, Sánchez, Iglesias, Rivera…) pero cuando se habla de mujeres con cargos políticos o mujeres influyentes en la sociedad se utilizan sus nombres (Susana o Soraya, por ejemplo). ¿Te suena de algo?
  • Cuando estás aparcando y un hombre comienza a dirigirte asumiendo que no sabes. Cualquier persona, cuando necesita ayuda, puede pedirla, pero el hecho de asumir que no lo puedes hacer porque eres mujer es una actitud machista y, por cierto, muy molesta.
  • «Ayer lavé los platos por ti». Esta frase típica asume que la responsabilidad de las tareas domésticas es de las mujeres. Si tu pareja tiene la costumbre de decirte este tipo de frases, no sólo ha lavado los platos por ti, sino que «se lava las manos» en cuanto a sus responsabilidades del cuidado del hogar.
  • Que las mujeres paguen menos en las discotecas. Sé realista, ¿crees que lo hacen por ser un tipo de discriminación positiva? La mayor parte de los locales que lo hacen lo utilizan para atraer a los hombres a su negocio, porque se asume que son los que más consumen alcohol. Utilizar a las mujeres de esta forma es usar su cuerpo como una mercancía, como un producto.
  • En una reunión de amigos, cuando los hombres se encargan de la barbacoa y las mujeres del resto. Que los hombres cocinen un día no significa que no hay una actitud machista si lo deciden sin consultar y son los que tienen el privilegio de elegir qué hacer en una reunión familiar o de amigos.

En el día a día, sufrimos o incluso cometemos decenas de actitudes machistas normalizadas. Frases, gestos, comentarios, actitudes que pasan desapercibidas en muchas ocasiones, pero que fomentan la perpetuación de una sociedad machista. Te animamos a reflexionar sobre ello, y si comienzas a detectar micromachismos en tu vida, a enfrentarte a ellos porque es tu derecho no ser discriminada.

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