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Si te gustan los pendientes y otros complementos de bisutería, ¿por qué no probar a hacer tus propios diseños? Con un poco de creatividad podrás realizar originales diseños con tus propias manos y estrenar unos bonitos pendientes cada día. Si necesitas inspiración, a continuación vamos a ver algunas sencillas ideas DIY, y también puedes echar un vistazo a la galería de imágenes en la que encontrarás muchas más propuestas. Creatividad y originalidad. ¿Empezamos?
Pendientes con perlasHacer unos pendientes largos con perlas es mucho más fácil de lo que piensas. Para ello, tan solo necesitamos hilo de sedal (transparente, fino y difícil de romper; podemos adquirirlo en las tiendas de manualidades) e ir engarzando las perlas o cuentas elegidas. Podemos combinar perlas con otras piedras más grandes. Para finalizar, poner un cierre.
Pendientes de aro Un aro de metal un metal con un gancho que podemos convertir en unos originales pendientes. Podemos elegir entre diferentes abalorios para su decoración. Conviene utilizar un alambre de metal semirígido, en forma de círculo, y si tenemos opción, envolverlos, por ejemplo, en ganchillo, decorándolo luego con piedras y abalorios de diferentes colores y tamaños. Colocar un gancho para las orejas.
Pendientes flor Para hacer unos pendientes de flores utilizaremos un alambre muy fino, maleable y fácilmente manejable, y al que podemos añadir perlas de fantasía, cuentas de colores. Para este diseño, hacemos una flor, con sus pétalos, con el alambre y vamos colgando los abalorios. Si te gusta el ganchillo, otra opción es hacer unos pendientes de flores tejidos.
Pendientes de racimo Un grupo de cuentas de colores, de diferentes tamaños y tonalidades, para conseguir unos bonitos pendientes. Utilizando el hilo de sedal (hilo de pescar) vamos metiendo las perlas o piedras de colores haciendo la forma de un racimo de uvas. Luego hay que asegurarse de poner el cierre o un gancho para colgar el pendiente en la oreja.
Pendientes de lágrimas Pendientes con perlas e hilos de colores de plástico fino. Los hilos de plástico, superpuestos y a diferentes longitudes, pero fijos en un extremo con un gancho de metal, forman la lágrima. Las perlas, preferiblemente del mismo color que el hilo y de diferentes tamaños, las vamos metiendo en el hilo, en la cantidad que queramos, hasta conformar el pendiente.
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