Si es la primera vez que has escuchado una fobia que tiene como objeto de miedo la vagina o los genitales femeninos, es normal, porque es una de esas fobias poco comunes de las que nunca se suele hablar demasiado. Aunque la colpofobia o eurotofobia es el miedo atroz a los genitales en general, parece que es un trastorno mucho más común en los hombres relacionado directamente hacia los genitales de las mujeres.
Qué es la colpofobia
Existen algunos casos en que el contacto o la visión de los labios vaginales, el clítoris o la vagina pueden ser un momento aterrador para algunos hombres. No estamos hablando del miedo a tener relaciones sexuales, sino de una reacción totalmente descontrolada hacia los genitales femeninos, un miedo desconsolado con el que la persona afectada no se puede enfrentar.
Si tienes una fobia habitual, como el miedo a las arañas, seguro que puedes hacerte una idea de la reacción confusa y excesiva de un hombre que padece colpofobia y el tremendo impacto negativo que puede tener en su vida sexual una fobia de este calibre. De hecho, este tipo de fobia afecta directamente la vida sexual de las personas que la padecen (generalmente hombres, pero también algunas mujeres) a medio y largo plazo si no se tratan con una persona profesional cualificada. Los complejos y la baja autoestima, así como el terror al encuentro sexual son algunas de las consecuencias de la colpofobia.
Cómo reacciona una persona con colpofobia
Los síntomas de una persona que padece colpofobia son similares a los que se padecen otras fobias: ansiedad extrema, taquicardia, pánico, respiración entrecortada y rápida, sudoración y/o dificultad para hablar con precisión. Detectar esta fobia es más o menos sencillo debido a la reacción excesiva que puede tener una persona con fobia a los genitales o colpofobia.
Causas de la colpofobia
Aún no hay consenso médico sobre las causas de la fobia a la vagina o colpofobia, pero parece que puede estar relacionada con traumas sexuales como violaciones o acoso sexual. Es importante que la persona afectada acuda a una persona cualificada para ponerse en tratamiento lo más pronto posible y superar la fobia. Por ello, es aconsejable ayudar a las personas que paecen fobia a los genitales a superar su vergüenza social y empujarlas positivamente a que busquen ayuda profesional.
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