‘Petite mort’ o ‘pequeña muerte’, en francés, es un término asociado a un tipo concreto de orgasmo femenino. Desde el siglo XIX hasta nuestros días, una serie de científicos e investigadores han puesto en relación el placer más extremo con la muerte y es que muchas de las mujeres que han experimentado estas sensaciones confiesan haber temido por su vida en el momento del clímax.
Morir para volver a la vidaAunque sigue habiendo cierta controversia al respecto, lo cierto es que las mujeres pueden tener un número variado de orgasmos. En concreto se distinguen cuatro: el clitoriano, el vaginal, el uterino y el anal. Pero la ‘petite mort’ va un paso más allá de todos ellos. Se trata de un orgasmo profundo que se expande por todo el cuerpo y del que cuesta regresar. La sensación es tan placentera que muchas mujeres que lo han experimentado afirman que tuvieron miedo de morir.
Esto sucede porque pierden el control de su cuerpo, más concretamente de una parte de su cerebro. Un grupo de investigadores de la Universidad de Gronigen, en Holanda, descubrió que las mujeres tienen que desconectar de las zonas del cerebro en las que se genera el estrés, la ansiedad y el miedo para alcanzar el orgasmo.
¿De dónde sale el nombre?La primera vez que lo oímos en España fue gracias a una campaña publicitaria de una marca de productos de eróticos: Late Chocolate. Pero su uso en la comunidad científica viene de largo. El término se acuñó en el siglo XIX, pero fue antropólogo y filósofo francés Georges Bataille quien detectó la sensación de cercana a la muerte en el momento previo al clímax. Otros dos científicos de la época, también hablaban de ella: Wilhelm Reich y Sigmund Freud los que hablaron de ‘angustia orgásmica’.
Hoy en día el uso de este término se utiliza como sinónimo de cualquier tipo de orgasmo aunque en realidad haga referencia a uno muy concreto que no todo el mundo logra experimentar en algun momento de su vida.
¿Yo también puedo sentirlo?Por supuesto que sí, pero si habitualmente tienes que relajarte y concentrarte para sentir placer, cuando tu objetivo sea experimentar la ‘pequeña muerte’ tendrás que hacerlo aún más. En concreto deberías probarlo en un momento en el que estés especialmente relajada, como en vacaciones o tras una visita al spa. Las preocupaciones tienen que pasar a un segundo plano, e incluso a un tercero. Concéntrate en el placer y deja que pase, a veces es tan intenso que puedes llegar a asustarte pero recuerda que el objetivo es sentirlo y dejarse ‘morir’ aunque sea un poco.
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