Cómo alcanzar la paz interior

La paz interior es un estado que nos permite apreciar y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Sentirnos bien con nosotros mismos, seguros y confiados, es el mejor camino para alcanzar la paz interior. Para ello, debemos aprovechar y explorar la capacidad de nuestra mente para canalizar, desde la calma y la serenidad, los pensamientos y emociones negativas. Para alcanzar la paz interior es inevitable enfrentarse a los miedos y hablar de ellos. Analizar qué nos preocupa y si realmente merece la pena invertir tanto tiempo en ello nos permitirá valorar los problemas desde otro ángulo y recuperar la calma. Huir de ellos o aparcarlos es una solución temporal, porque al final tendremos que acabar controlándolos. ¿Cómo alcanzar un estado de ánimo más sereno? Todo depende de nosotros mismos.

Cómo encontrar paz interior

Alcanzar la paz interior implica un aprendizaje que comienza por tener claro cuáles son los aspectos personales que nos ayudan a sentirnos mejor o peor. Así, por ejemplo, cultivar la paciencia, el tesón, son dos cualidades que nos ayudan a ganar confianza en nosotros mismos. Mientras, la irritabilidad o la ira solo dificultan el camino. Debemos controlar las emociones negativas, no eludirlas, sino aceptarlas en su justa medida pensando que son pasajeras y no deben condicionar nuestro presente.

Para alcanzar la paz interior hay que cambiar el modo de pensar, y con ello de actuar, ante las adversidades o los contratiempos. Las personas pesimistas tienden a interpretar los contratiempos como un preludio del fracaso; los optimistas lo ven como un reto o una oportunidad. Son las distintas maneras de reaccionar e interpretar la realidad. Para alcanzar la calma y la serenidad, y sobre todo para que nuestras emociones incidan positivamente en nuestras decisiones o acciones, hay que que pensar en positivo.

Otra premisa fundamental para lograr la paz interior es priorizar y aprender a relativizar. Hay dos tipos de problemas, los que tienen solución y los que no, así que con los segundos no conviene perder mucho tiempo. Y si no estás convencido, hazte la siguiente pregunta: ¿dentro de un año esto tendrá importancia? La respuesta la tienes tú.

La tranquilidad y la serenidad son dos virtudes del bienestar emocional que no se consiguen en unos días, sino que requieren constancia, para lo que nos podemos ayudar de la práctica de disciplinas como el yoga o mindfulness y otras técnicas que nos ayuden a cuidar la salud mental.

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