Estos son los motivos por los que no deberías olvidarte de hacer ejercicios de fuerza

Las rutinas de fuerzas para las mujeres siempre han sido muy criticadas. Sin embargo, los médicos recomiendan su realización con frecuencia.

A menudo, se ha menospreciado el entrenamiento de fuerza en mujeres basado en prejuicios, pero la verdad es que esta práctica puede ofrecer numerosas ventajas como evidencian diversos estudios científicos. Desarrollar la fortaleza no solo beneficia la salud física, sino que juega un rol esencial en la autorrealización y la autoestima además de tener notables beneficios en el embarazo.

Una mujer compitiendo en crossfit donde se combina fuerza y velocidad.
Una mujer compitiendo en crossfit donde se combina fuerza y velocidad. (Fuente: Ansa)-Ella-hoy.es

Ejercitarse para fortalecer los músculos y huesos reviste particular relevancia para las mujeres, dado que presentan mayor propensión a problemas óseos evitando la osteoporosis y la pérdida de calcio. Además, mejora la postura y reduce el riesgo de lesiones articulares, proporcionando una base sólida para el bienestar.

Trabajar cada grupo muscular ‘a tope’

Por otro lado, la fortaleza interna surge de la fuerza externa. Aunque suene muy filosófico, es una verdad como un templo que se puede implementar en tu día a día. Mediante el levantamiento de pesas y otros ejercicios de resistencia, las mujeres pueden superar limitaciones preconcebidas y descubrir una nueva dimensión de capacidades. Este empoderamiento no solo se manifiesta en el gimnasio, sino que trasciende a la vida cotidiana, elevando la autoestima y la resiliencia. Algo tan simple como abrir un bote de garbanzos cerrado al vacío sin la ayuda de nadie puede ser muy beneficioso para la salud física y mental.

Atleta practica un levantamiento de halterofilia.
Atleta practica un levantamiento de halterofilia. (Fuente: Ansa)-Ella-hoy.es

En lo que respecta a la frecuencia, lo recomendable es realizar rutinas de fortaleza al menos dos o tres veces por semana de unos cuarenta y cinco minutos cada sesión. Esto permite una adaptación progresiva del cuerpo y evita lesiones. La variedad en los ejercicios también resulta esencial para trabajar distintos grupos musculares y lograr resultados equilibrados. Es decir, no enfatices sólo en un grupo muscular y enfócate en todos.

En resumen, la adopción de una rutina de fortaleza resulta fundamental para la salud y el bienestar de las mujeres. Más allá de los beneficios físicos, se erige como un camino hacia la autonomía, fortaleciendo no solo los músculos, sino también la determinación y la confianza en sí mismas.

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