Nocturia: Cuando la incontinencia no deja dormir

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Si nos despertamos más de dos veces por la noche con la necesidad incontrolable de orinar podemos estar ante lo que se denomina nocturia. Dicho de otra manera, cuando la incontinencia no deja dormir aparece un síntoma que, entre otras consecuencias, puede mermar seriamente la calidad de vida de quien lo padece ya que interfiere directamente en el descanso y el sueño, esencial para recuperar energía y afrontar el día. La nocturia no siempre aparece a consecuencia de un problema de salud, sino que también puede estar detrás de ciertos hábitos como el beber mucho líquido antes de irnos a dormir o cenar alimentos con mucho contenido en agua, como las verduras.
 
¿Te despiertas más de dos veces a lo largo de la noche con unas irrefrenables ganar de orinar? Es la señal más evidente de que la nocturia, un problema que, aunque afecta más a los hombres, también se da en mujeres y que puede mermar seriamente la calidad de vida de quien la padece. La primera consecuencia de la nocturia es que afecta a la higiene del sueño, interfiriendo en el descanso. El despertarnos y levantarnos varias veces de madrugada reducirá la calidad de nuestro sueño y hará que, al día siguiente, nos sintamos más cansados. Esto, a su vez, se puede traducir en fatiga, malestar general, mayor irritabilidad o pérdida de concentración. De hecho, en los últimos años, los investigadores han comenzado a prestarle mayor atención a la nocturia, ya que también podría estar relacionada con los trastornos del sueño.
 
La nocturia también puede implicar un mayor número de caídas durante la noche, especialmente en los casos de personas más mayores o con problemas de dificultad. Hay que reseñar que, aunque el problema de la nocturia suele ser más frecuente a partir de los 50, puede aparecer mucho antes. De hecho, según datos médicos, se estima que una de cada cinco personas jóvenes padece nocturia o, al menos, es proclive a padecer este problema. Además, algunas situaciones o etapas de la vida, como el embarazo, pueden favorecer la nocturia.
 

Nocturia: Causas

Son varias las causas que pueden estar detrás de la nocturia, entre ellas, la afección de la vejiga o de la próstata o la producción excesiva de líquidos (lo que se denomina poliuria nocturna). En este caso, hábitos como tomar mucho líquido antes de acostarse o cenar alimentos demasiado ricos en agua (sopas, verduras…) pueden explicar este incremento de la orina.
 
Algunas patologías como la diabetes, la esclerosis múltiple, la insuficiencia cardiaca, la insuficiencia renal o la apnea del sueño pueden provocar nocturia.
 

Consejos preventivos

Corregir ciertos hábitos nos ayudará a prevenir la nocturia, como por ejemplo, evitar tomar mucho líquido en las horas previas a irse a la cama. También se recomienda cenar al menos dos horas antes para evitar tener que levantarnos al poco tiempo de irnos a dormir y evitar el picoteo tras la cena (eso aumentará la sensación de sed). Si hemos tomado mucho líquido, es mejor retrasar (al menos media hora) el irnos a dormir.
 
Otra costumbre que también conviene evitar, sobre todo si somos proclives a la nocturia, es levantarnos por la noche a beber agua. También es aconsejable llevar un diario, en el que anotaremos las horas y el volumen de orina. Esto permitirá llevar un mejor control y además ayuda a revisar ciertos hábitos que pueden agravar el problema.

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