Personas altamente sensibles: Cómo reconocerlas

La sensibilidad es un rasgo inherente a la personalidad, una cualidad que en mayor o menor medida nos define y no siempre valorada en su justa medida. Sensibilidad que, en el caso de algunas personas (aproximadamente 2 de cada diez), puede estar extremadamente acentuada. Es lo que se conoce como ser una persona altamente sensible, más susceptibles y receptivas a los estímulos exteriores y con una mayor capacidad de enfatizar con los sentimientos y emociones de los demás. Pero, ¿qué define a las personas con esta hipersensibilidad? La respuesta viene de la Asociación de Personas Altamente Sensibles de España (APASE) y de las cuatro claves aportadas en sus investigaciones por la psicóloga Elaine N. Aron, autora del libro titulado ‘La persona altamente sensible’.

Características

Según la psicóloga Aron, las personas altamente sensibles se ajustan a un pérfil que reúne cuatro claves, conocidas por sus siglas en inglés, DOES: Deep processing, Overstimulation, strong Emotions y Sensitive to subtleties (traducido sería procesamiento profundo, sobreestimulación, emociones fuertes y sensiblidad a las sutilezas).

Las personas altamente sensibles no solo comparten la forma de canalizar y enfrentarse a las emociones, sino que también se muestran más conscientes y receptivas a los estímulos que emiten otras personas o provienen del entorno. Las personas altamente sensibles son más fáciles de estimular y, por tanto, se emociona de manera más intensa, pero también son más reflexivas y tienden a dar más vueltas a las cosas para comprenderlas mejor. Pueden llegar a sentirse sobrestimuladas por la cantidad de información emocional y sensorial que pueden captar y procesar. Su capacidad de empatía es mayor, llegando a sentirse molestas por situaciones ante las que no pueden mostrar indiferencia; y su alta sensibilidad les permite incluso captar la más leve sutileza o cambios en el estado emocional de las personas que la rodean.

Rasgos

La alta sensibilidad puede ser un rasgo de la personalidad tanto masculina como femenina, y algunos expertos consideran que puede ser un rasgo hereditario. La hipersensibilidad emocional y sensorial influye directamente en su manera de enfrentarse al mundo y a las situaciones más cotidianas. En ningún caso la alta sensibilidad debería ser considerada como un defecto, sino más bien como una cualidad para demostrar abiertamente los sentimientos y para ponerse en el lugar del otro. Sin embargo, no siempre es así. De hecho, la alta sensibilidad se asocia con algunos rasgos de la personalidad como:

  • Timidez e inseguridad
  • Personas cuidadosas y educativas, también suelen ser más perfeccionistas
  • Tendencia a llorar con facilidad y a vivir cada emoción con más intensidad
  • Mayor sensibilidad a las críticas
  • Tendencia a ser una persona enamoradiza
  • Tendencia a reflexionar y dar más vueltas a las cosas
  • Dificultades para establecer unos límites
  • Mayor dificultad para tomar decisiones al captar más sutilezas y detalles
  • Dificultades para aprender a decir no
  • Mayor empatía y preocupación por los problemas de los demás
  • Necesidad de ayudar a los demás
  • Dificultad para manejar situaciones de estrés o sobrecarga de trabajo
  • Tendencia a sentirse rara o incomprendida
  • Mayor predisposición a la ansiedad o depresión

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