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A la hora de adelgazar hay que tener en cuenta que ni todas las dietas son iguales ni resulta igual de sencillo perder peso en la parte superior del cuerpo que en la inferior. Hay algunas zonas, consideradas zonas rebeldes, en las que no solo tiende a acumularse la grasa, sino que también resulta más complicado adelgazar. Cuando nos ponemos a dieta, lógicamente perderemos peso de todas las zonas, pero no en la misma medida ni con la misma rapidez. ¿Por qué no adelgazo donde más lo necesito? [/multipage]
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1. Más fácil adelgazar de arriba que de abajo
Es más fácil perder peso y eliminar la grasa acumulada en la parte superior del cuerpo, en concreto, en la zona abdominal, y donde tienden a instalarse los antiestéticos michelines. A la hora de seguir una dieta, tan importante como elegir bien los alimentos -apostando por los menos calóricos, y los más depurativos y diuréticos-, es combinarla con la práctica de ejercicio físico y, en concreto, con ejercicios específicos para tonificar el cuerpo a medida que vamos perdiendo peso y evitar la temida flacidez. [/multipage]
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2. Muslos y caderas, zonas más rebeldes
Muslos y caderas son las dos zonas donde más rápido que se acumulan los depósitos de grasa, reservas que el organismo almacena y que resultan complicadas de eliminar. De hecho, cuando se sigue una dieta, al perder una talla se pierde tanto de abajo como de arriba, es decir, del pecho. La dieta combinada con ejercicio es la mejor manera de que vayamos reforzando los resultados. [/multipage]
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3. Dietas demasiado restrictivas
Seguir una dieta demasiado restrictiva, tanto en calorías como en determinados alimentos, puede tener el efecto contrario al deseado. Y es que cuando reducimos drásticamente las calorías el organismo reacciona aumentando la reserva de grasas para transformarlas en energía. Esto además ralentiza el metabolismo, con lo que se almacena más grasa. Eliminar de la dieta alimentos puede hacernos más vulnerables a padecer algún tipo de carencia de nutrientes. [/multipage]
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4. Adelgazar de manera objetiva
Un ejemplo sencillo: adelgazar no nos hará parecer más altas ni más bajas. Es decir, a la hora de perder peso hay que hacerlo de manera objetiva y nunca marcarnos objetivos inalcanzables. La pérdida de peso debe ser acorde con nuestra constitución y altura, y sobre todo debe ser una pérdida saludable, adoptando una dieta más sana y combinada con la práctica de ejercicio físico. [/multipage]
