Própolis: Beneficios del antigripal natural. Al própolis o propóleo se le atribuyen propiedades antivirales, antiinflamatorias y antisépticas, lo que le ha convertido, de entrada, en un aliado de origen vegetal –lo fabrican las abejas para proteger sus colmenas- para aliviar los molestos síntomas que acompañan a gripes y resfriados, dos de las afecciones más comunes durante los meses de frío. Pero no es la única propiedad interesante del própolis de la que podemos sacar partido para nuestra salud. Éstos son algunos de los argumentos que avalan al própolis.
Al igual que la miel, el própolis ayuda a combatir los molestos síntomas de gripes, resfriados y otras enfermedades relacionadas con las vías respiratorias, como puede ser sinusitis, laringitis, rinitis alérgica, anginas, otitis, asma bronquial, bronquitis, tuberculosis pulmonar o neumonía. Asimismo, al igual que en el caso de la miel, las abejas también están detrás del própolis, una sustancia que éstas extraen de los árboles y utilizan para proteger sus colmenas. En otras palabras, la resina de las abejas. Entre las propiedades que se le atribuyen, el própolis es antiinflamatorio, antiviral y antiséptico.
Ante los síntomas de la gripe, y aunque la mitad de la población sigue recurriendo a ellos, los antibióticos no son efectivos para combatir los síntomas. El própolis es una alternativa natural y con efecto antiviral, el cual se puede adquirir en farmacias.
No solo nos protege de las infecciones respiratorias más frecuentes a causa del frío, sino que el própolis también nos ayuda a cuidar nuestra voz, nuestras cuerdas vocales y la garganta.
¿Qué contiene el própolis? Contiene flavonoides (la galangina, entre los más conocidos), bálsamos, resinas, cera de abeja, polen, aceites esenciales, vitaminas (sobre todo del grupo B) y minerales (hierro, plata, cromo, cobalto, estaño y boro, entre otros).
La utilización del própolis con fines terapéuticas no es nueva. De hecho, buceando en la historia, descubrimos que antiguas culturas –como los griegos, egipcios o romanos- ya aprovechan las propiedades del própolis para el tratamiento de infecciones. En nuestros días, el própolis o propóleo sigue siendo muy utilizado, no solo para reforzar las defensas y ayudar a nuestro organismo a combatir las infecciones, sino que también como potente antibacteriano. A esto hay que sumarle otros usos. Así, por ejemplo, gracias a su efecto antiséptico, también se utiliza para cuidar la salud bucal, por ejemplo reduciendo la formación de placa bacteriana o evitando la formación de caries.
Como hemos podido comprobar, el própolis no solo es un antigripal natural que nos ayudará a combatir de manera efectiva los molestos síntomas de la gripe o del resfriado, sino que cuenta con otros muchos argumentos que pueden resultarnos beneficiosos para mejorar los cuidados de nuestra salud.
Los especialistas, entre ellos el Centro de Investigación sobre Fitoterapia, INFITO, aconsejan adquirir el própolis en farmacias para garantizar su conservación, sus propiedades y su correcta administración.
Problemas piel
El própolis es una sustancia que también se utiliza en determinados tratamientos de dermatología, por ejemplo para las verrugas, sabañones o grietas. Por su propiedad cicatrizante y desinfectante, también se utiliza para curar heridas.
