Transferencia erótica: Estoy enamorada de mi psicólogo

¿Recuerdas la película El príncipe de las mareas? En 1991, Barbra Streisand protagonizaba y dirigía una premiada película y muy alabada por la crítica, donde el hermano gemelo de una paciente (Nick Nolte) se acababa convirtiendo en paciente y amante de la psiquiatra de ambos (Barbra Streisand). Tal vez sea un buen argumento para una película, pero la realidad es que este proceso se demonina transferencia erótica y ningún código deontológico aprobaría el tórrido romance. Te contamos qué es la transferencia erótica, las consecuencias y el modo de actuar en caso en que se de transferencia erótica entre paciente y psicólogo.

¿Qué es la transferencia erótica y cómo se debe actuar?

El padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, se dio cuenta a través de sus investigaciones, que la transferencia erótica es el fenómeno inconsciente por el que una persona proyecta sobre otra en el presente, sentimientos y deseos del pasado que realmente están ligados a otras personas. Es decir, en el caso de una paciente con un psicólogo, la transferencia vendría a ser como una sensación de deseo que tiene más que ver con el deseo hacia otra persona en el pasado que con el deseo real. Es una transferencia de deseo pasado a presente hacia el psicólogo, que puede perjudicar seriamente la terapia del paciente.

En realidad, si se da un caso de transferencia erótica entre un paciente con su psicólogo, el Código Deontológico de médicos y psicólogos tiene unas estrictas normas de comportamiento y acción ante este problema. Por ejemplo, un psicólogo debe permanecer totalmente al margen de la vida de sus pacientes, sin que existan momentos de encuentro personal fuera de la consulta durante el tratamiento y años después de su finalización.

Si un psiconoalista identifica transferencia erótica en uno de sus pacientes, lo primero que debe hacer es tratar de comprender cómo se ha sucedido el proceso de transferencia y por qué en el historial del paciente, y si no puede resolver con el paciente la situación, derivarlo a otro compañero, explicando al paciente las razones exactas de su decisión. No podemos olvidar que el hecho de que un paciente se “sienta» enamorado de su psicólogo por razones de transferencia erótica puede llevar a perjudicar seriamente su tratamiento y todo el trabajo realizado hasta el momento.

¿Y qué sucede si se produce contratransferencia?
Sí, la transferencia se puede dar en la otra dirección, es decir, que el profesional analista se sienta enamorado del paciente. En este tipo de casos, es indispensable que el psicoterapeuta corte el tratamiento con el paciente, explicándole las razones y derivándole a otro profesional. Además, el Código Deontológico de médicos y psicólogos establece como norma que el profesional acuda a tratamiento a su propio psicoanalista, para determinar las causas de la contratransferencia erótica.

Así que la transferencia erótica paciente-psicólogo y la contratransferencia, no son una escena romántica de una película de cine, sino un tema serio que cualquier psicólogo o psiquiatra debe saber cómo resolver de forma ética y directa.

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