Las úlceras de decúbito, también denominadas úlceras por presión, aparecen en determinadas áreas de piel en aquellas personas que, por diferentes motivos de salud, requieren estar durante largo tiempo en reposo en cama. También puede producirse en personas cuyas dificultades de movilidad les obligan a ir en silla de ruedas. La ulceración de la piel no debe ser subestimada ya que es un problema que puede afectar a la epidermis, a los músculos y a los huesos, por lo que debe consultarse lo antes posible con el médico. La presión ejercida por el peso del cuerpo impide a la sangre oxigenar adecuadamente a los tejidos, lo que hace que la piel sufra, apareciendo una lesión, cada vez más profunda, que puede involucrar a los músculos subyacentes y huesos. La prevención, en este caso, también juega un papel importante. Vamos a ver, más detenidamente, algunos consejos para prevenir la aparición de las úlceras de decúbito, así como algunos remedios que nos pueden ser útiles.
En la fase inicial, los síntomas de la lesión más comunes son enrojecimiento, hinchazón y picor. En una segunda fase, la lesión evolucona hacia una abrasión, y en una tercera fase, al hacerse más profunda, puede afectar al tejido subcutáneo. En una fase avanzada, la lesión puede afectar a los músculos, tendones y articulaciones.
Prevención Hay una estrecha relación entre la postura adoptada por la persona que sufre úlceras de decútibo y las partes del cuerpo donde se forman. Como primera medida de prevención es importante cambiar de posición con frecuencia (por lo menos cada dos horas para los que están en cama, y cada 15 minutos para la persona que va en silla ruedas). Como medidas preventivas también es importante contar con un colchón adecuado y utilizar almohadas y cojines para moverse con frecuencia.
La higiene corporal también juega un papel importante, a fin de mantener el pH de la piel (un pH de 5,5). La acidez excesiva puede dañar la película hidrolipídica, mientras que la alcalinidad excesiva puede favorecer la expansión de bacterias.
Remedios Los remedios para el tratamiento de las úlceras por presión requieren un enfoque multidisciplinario. En primer lugar, es aconsejable lavar la herida con solución salina. Para evitar el riesgo de infección, la herida debe mantenerse siempre limpia. La limpieza con desinfectantes debe limitarse a las lesiones que están infectadas, evitando aplicar productos en polvo dada su tendencia a formar costras que pueden favorecer la aparición de otras infecciones. Para aliviar la presión que ha causado la aparición de las úlceras, tal y como hemos señalado antes, hay que cambiar frecuentemente de posición. También es importante revisar la dieta diaria. Los expertos aconsejan tomar una cantidad adecuada de proteínas y micronutrientes que contienen vitamina A, C y zinc. Un aumento en los alimentos ricos en proteínas es esencial cuando las úlceras se extienden y pierden fluidos.
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