Los cambios estacionales influyen en nuestras hormonas, en nuestros hábitos y en nuestro peso. Con el invierno y la llegada del frío nos volvemos más sedentarios y el cuerpo nos pide comidas más calóricas, pero eludir las trampas del frío y mantener nuestro peso sin ganar ningún kilo de más es posible. Te contamos cómo.
A pesar de que el frío del otoño e invierno puede ponernos muchas trampas a la hora de controlar nuestro peso o incluso perder los kilos ganados durante el verano, en realidad no es tan difícil mantenernos como deseamos.
No se trata de hacer dietas milagro, ni de perder kilos de manera desenfrenada. Conseguir comer adecuadamente sustituyendo alimentos calóricos con demasiada grasa por alimentos para combatir el frío sin engordar, mejorar hábitos como la práctica de ejercicio físico y, sobre todo, identificar las trampas que nos pueden hacer coger peso, nos ayudará a perder o controlar los kilos de más de forma sencilla.
Trampas del frío que suman kilos
La falta de luz y las bajas temperaturas influyen directamente en nuestras hormonas, en nuestros hábitos y, sin apenas darnos cuenta, en nuestro peso. En invierno hay menos horas de luz, su intensidad es más baja, y esto se traduce en un descenso de los niveles de serotonina, conocida como la hormona del buen humor. No en vano, el otoño/invierno es la época del año en la que somos más vulnerables a los cambios de humor o a los estados depresivos.
¿Dónde está la trampa? En esta época del año tenemos tendencia a dejar de hacer ejercicio y volvernos más sedentarios, por lo que, al pasar más tiempo en casa, estamos más cerca de la nevera y somos más susceptibles de picotear entre horas.
Para evitar el picoteo y, sobre todo el dulce, conviene incluir en nuestra dieta alimentos ricos en cromo, como las judías verdes, el brócoli, los huevos, tomillo o pimienta negra. Alimentos que ayudan a regular las ansias de tomar azúcar. Además, puedes seguir estos consejos para reducir el apetito y picar menos entre horas.
Lo más aconsejable es aprovechar las horas de más luz –entre las 13 y las 15 horas- para realizar alguna actividad física como hacer ejercicios para aumentar la flexibilidad en casa, asistir a alguna clase de fitness, correr o incluso dar un paseo. Si lo tuyo es el running, no te pierdas estos consejos para correr con frío.
Dieta y calorías en invierno
Con el frío los músculos se contraen y necesitan un mayor aporte de calorías. Esto quiere decir que se puede comer un poquito más que en verano con menor riesgo de ganar peso. Eso sí, hay que cuidar la alimentación.
Incrementar el consumo en pescado –salmón, trucha, arenque, bacalao, entre otros-, así como de cereales integrales y frutos rojos nos ayudará a seguir una dieta más saludable sin riesgo de ganar peso. Las sopas –sopas, caldos y purés de verduras- son un primer plato ideal por su alto efecto saciante. Es aconsejable prepararlas en casa para controlar los ingredientes, con todo tipo de
verduras, legumbres y carnes desgrasadas. Por si quieres más información, no te pierdas los alimentos que puedes ingerir para combatir el frío sin engordar.
Horas de sueño durante los meses de frío
El sueño es fundamental para reponer energías. Cuando las horas de día y noche no marcan las pautas de vida, el sueño se trastoca. El tiempo de descanso influye directamente en las hormonas encargadas de regular el apetito, por lo que cuanto menos dormimos, más hambre sentiremos a lo largo del día.
Según los expertos, dormir menos de seis horas al día de manera regular puede hacer que ganemos entre tres y seis kilos con el paso de los años. Lo más aconsejable es realizar una cena ligera, evitar los estimulantes y acostarnos pronto, siempre a la misma hora. Prueba con estos alimentos que te ayudan a adelgazar mientras duermes.
