Estrés en bebés: Origen, causas y soluciones

Entre las causas del estrés en los bebés están la ansiedad de los padres, la carencia de rutinas y un exceso de estímulos. Entre las soluciones tenemos establecer rutinas, baños de spa y muchos mimos. Conócelas a fondo a continuación.

Cómo saber si mi bebé está estresado
Si tu hijo se muestra muy irritado, más de lo normal aún cuando tenga cubiertas las necesidades de baño, alimento, cariño y su temperatura sea la adecuada. Se deja ver poco receptivo y no te mira a la cara cuando le hablas, a su vez llora mucho, duerme peor y se levanta cansado por las mañanas. Su apetito ha disminuido o todo lo contrario, come con mucha voracidad. Si tu bebé responde a varios de estos síntomas, es probable que se trate de estrés.

Causas del estrés en bebés
Entre las causas del estrés en los más pequeños de la casa se encuentran estas:

  • Falta de rutina. La falta de rutina puede afectar a los recién nacidos llegando a causarles inseguridad y malestar. Establecer una hora para el baño, para el paseo y para dormir y cumplirla más menos con orden, aporta al bebé sensación de seguridad.
  • La falta de sueño. Si bien es cierto que los bebés no tienen establecido aún unas horas para el sueño como los niños más mayores, si no duermen todas las horas que necesitan su estado de ánimo se verá cambiado.
  • El exceso de estímulos. Son muchos los padres que emplean la televisión u otras tecnologías para entretener a los bebés creando así una sobreestimulación; pasar tiempo con ellos y atenderles según sus necesidades son grandes remedios.
  • La rutina de los padres. El ajetreo de la vida diaria y la ansiedad de los padres queda reflejada en los bebés causando episodios de estrés.

Soluciones del estrés en los bebés
Si notas que tu bebé está estresado o se siente más nervioso de lo normal, primero de todo asegúrate de que tiene cubiertas las necesidades básicas, que no tenga hambre, frío calor, sueño… Una vez hecho esto, no te preocupes ni pienses que su estrés es culpa tuya, él lo notará y solo empeorará la situación. Veamos qué pudes hacer en su lugar:

  • Ruidos en la casa. Procura que en la casa y en su entorno más cercano no haya ruidos excesivos, ya sabes que lo notan todo y aunque no lo expresen esto les asusta. No se trata de tenerles en una especie de burbuja, pero si que trates de que el ruido esté controlado, ya sea cuando hablen los demás, cuando veas la televisión o cuando pases la aspiradora.
  • Música para relajar. Pon a tu pequeño música relajante en algún momento del día, hará que tú y él os sintáis más tranquilos.
  • Establece unas rutinas. Puede que al principio te parezca algo complicado por el ritmo de vida que llevas, pero poco a poco establece unas rutinas, para el baño, para el cuento, para dormir… con ello lograrás que tu bebé sepa que viene a continuación y se sienta dentro de un marco de seguridad.
  • Muestra tu mejor sonrisa. Háblale siempre en un tono calmado y con palabras dulces a la vez que dejas ver en tu rostro una sonrisa. Tu hijo percibe todas las emociones que desprendes, las aprende y con el tiempo las repetirá.
  • Un baño con agua tibia. Llena la bañera con agua tibia en tu casa o bien en un spa para bebés y da un baño a tu hijo en cualquier momento del día si ves que está algo nervioso o agitado.

Recuerda que debes hacer lo que esté en tu mano para que tu pequeño no tenga estrés alguno ya que, según dicen los expertos, las consecuencias del estrés se terminan por arrastrar durante el resto de la vida.

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