Alergia a los gatos: Síntomas, riesgos y soluciones

La alergia a los gatos es la hipersensibilidad que provoca una reacción anormal del organismo ante un alérgeno que identifica como perjudicial y que, en este caso, se produce generalmente en la saliva y en las glándulas sebáceas de su piel.

Los gatos son, de hecho, las mascotas que más problemas de alergia provocan, y la ciencia ha querido ir más allá en la búsqueda de la causa, que reside no en el pelo del felino como se pensaba, sino que está provocada por una proteína (FelD1), presente en la saliva, orina, heces, y grasa de la piel del gato.

¿Cuáles son los síntomas de la alergia a los gatos?

  • Estornudos
  • Accesos de tos
  • Dificultad respiratoria
  • Ojos irritados y enrojecidos
  • Picor ocular con lagrimeo
  • Picor en boca y nariz
  • Irritación de la garganta
  • Aumento de mucosidad
  • Sarpullidos en la piel (urticaria, ronchas…)
  • En caso de asma puede agravar la sintomalogía

¿Qué hacer si tengo alergia a los gatos?

Lo primero de todo es consultar al médico y contar con un diagnóstico certero, porque tener una mascota no es una forma de saber si realmente somos alérgicos. En el caso de los gatos la alergia puede estar causada por los alérgenos que se depositan del ambiente en su pelo.

El alergólogo recomendará una prueba cutánea alérgica o una analítica sanguínea específica para conocer cuál es el agente causante, fundamental para prescribir el tratamiento más adecuado.

Entre las soluciones para reducir la alergia a las mascotas, las lociones cosméticas de aplicación tópica que reducen los alérgenos en la piel y el pelo del animal y en el polvo ambiental. Entre estos productos encontramos Vetridem de Bayer, una solución para animales con pelo (gatos, perros, conejos, cobayas…). Se aplica una vez a la semana sobre el pelo del gato. No es tóxico para la mascota, ni tiene olor ni deja residuos en el pelo.

La vacuna contra las alergias ayuda a aliviar los síntomas, si bien conviene consultar al médico cuándo es recomendable vacunarse. Por ejemplo, cuando no se puede evitar el contacto con el alérgeno, cuando los síntomas son intensos y frecuentes o cuando los fármacos no ayudan a controlar los síntomas.

Las vacunas, al ser lentas en actuar, con compatibles con otros tratamiento. La principal desventaja de las vacunas es que es un tratamiento a largo plazo. Tanto las vacunas inyectadas como administradas por vía sublingual (gotas debajo de la lengua) se administran empezando con una dosis pequeña que de mansera gradual se va aumentado. La dosis máxima se mantiene varios años.

Convivir con un gato teniendo alergia

Antes de desprenderse de la mascota, conviene tener en cuenta los consejos para controlar la alergia a los gatos:

  • Evitar la entrada del gato en el dormitorio.
  • Evitar las alfombras y el exceso de objetos decorativos que además de polvo favorecen la acumulación del alérgeno.
  • Prestar especial atención a la limpieza del hogar. Entre las soluciones más novedosas, las aspiradoras con filtro HEPA, un filtro especial para capturar las partículas aéreas.
  • Encargar a alguien de su confianza el cepillado del gato fuera de casa y de la limpieza de sus accesorios.
  • Las razas de gatos sin pelo con el pelo corto causan menos alergia.

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