Alergias de verano: Causas y consejos para evitarlas

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¿Cómo prevenir las alergias de verano? De entrada, conociendo sus causas y aplicando unos sencillos consejos. El 70% de las reacciones alérgicas que se producen en verano están relacionadas con los alimentos de las comidas fuera de casa. Pero no es el único sobresalto o contratiempo al que se enfrentan las personas alérgicas durante la época estival. Los medicamentos, las cremas solares, las picaduras de insectos o los tatuajes temporales son algunas de las causas que pueden entrañar un riesgo para los alérgicos, aconsejándose extremar las precauciones. Si vamos a salir de viaje, la recomendación es incluir en la maleta los fármacos recomendados por el médico y, si es necesario, con la vacuna antialérgica.
 
El verano es tiempo de vacaciones, de descanso, y también de alergias. La prevención es clave para evitar sobresaltos y una reacción alérgica que pueda dar al traste con nuestras expectativas veraniegas. Prevención que se resume en el decálogo elaborado por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica y en el que se recogen los consejos básicos para ayudar a los pacientes alérgicos a evitar las reacciones alérgicas. Alergias a los medicamentos, a las cremas solares, a la fruta de temporada, a las picaduras de insectos, al polen o a los tatuajes temporales (henna). Vamos a ver más detenidamente qué hacer para conseguir un verano libre de alergias.
 

Medicamentos y cremas solares

La exposición al sol puede provocar la aparición de alergias en la piel (eccemas), al igual que las plantas o los filtros de algunas cremas solares. Los medicamentos (antiinflamatorios, antibióticos) también pueden provocar un efecto fotosensibilizante tanto al aplicase sobre la piel como al ingerirlo.
 

Alimentos y frutas de temporada

Durante los meses de verano tendemos a comer más a menudo fuera de casa, lo que puede llevar a relajar la vigilancia sobre los alimentos que nos pueden provocar una reacción alérgica. De hecho, el dato es esclarecedor, el 70% de las reacciones alérgicas producidas en verano, según datos médicos, están relacionados con alimentos ingeridos fuera de casa. Para prevenir, los alergólogos aconsejan leer detenidamente o preguntar por la composición de los alimentos, especialmente en los casos de frutos secos, leche, mariscos o frutas como el melón, kiwi o melocotón. Son precisamente, junto a las cerezas y las paraguayas, algunas de las frutas causantes de las principales reacciones alérgicas. Las cerezas y el melocotón pueden provocar urticaria (manos, labios y boca), con síntomas como picor e inflamación de la garganta. Por su parte, el melón y la sandía pueden provocar reacciones alérgicas en la boca.
 

Insectos

El riesgo de picaduras de insectos (avispas, abejas) es, lógicamente, mayor en los meses de verano. En el caso de los alérgicos deben extremar las precauciones cuando están al aire libre (evitar los colores llamativos o el uso de perfumes y colonias que pueden atraer a los insectos).
 

Tatuajes

Al igual que los piercings, el verano es una época ideal para lucir tatuajes temporales de henna. La henna natural contiene parafenilendiamina, sustancia que puede provocar dermatitis y alergia.
 

Piscinas

El baño en piscinas –fundamentalmente por el cloro– puede empeorar los síntomas de la dermatitis atópica, sobre todo en niños. Se deben evitar los baños prolongados. El agua salda del mar es más beneficiosa para las pieles atópicas.
 

Polen y ácaros

En función del destino, el polen puede estar más o menos presente. Si vamos a viajar, no olvidar los medicamentos para tratar la rinoconjuntivitis y asma polínica. Asimismo, la temperatura y la humedad relativa del ambiente crean el escenario perfecto para la proliferación de los ácaros. Especial cuidado con las casas que llevan varios meses cerradas.
 

Animales

Especialmente si viajamos a un entorno rural el contacto con animales será mayor. Las alergias más frecuentes están relacionadas con la proteína del pelo de los animales, la saliva o la orina de las mascotas domésticas, las cuales pueden provocar una reacción que afecta a los ojos y a las vías respiratorias (rinoconjuntivitis, asma alérgica). Los perros y gatos son los animales con los que más se suele estar en contacto, pero otros como ratones, caballos y ovejas también pueden causar sobresaltos a los alérgicos.
 

Campamentos

En este último caso, la recomendación es sobre todo para los niños. Hay que recordar que hay campamentos específicos, para niños con asma por ejemplo, en los que aprenden además a convivir con su enfermedad.

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