Aviofobia: miedo a volar en avión

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Aviofobia: miedo a volar en avión. El avión nos ha abierto un mar de posibilidades a la hora de viajar, sobre todo a largas distancias, ya que gracias a él en mucho menos tiempo se puede llegar a cualquier parte del mundo. Es el medio de transporte más seguro, aunque también es verdad que un accidente aéreo suele tener unas consecuencias mucho más catastrófica que otros medios. Pero así como es el más seguro es al que más miedo tiene la gente, llegando al punto de que hay personas que sufren aviofobia, lo que supone ser incapaz de subir a un avión sin que lo pasen realmente mal.
Mientras hay gente que a la hora de volar en avión sólo le preocupa el jet lag que va a tener por la diferencia horaria, hay otras que sufren con solo el hecho de pensar que tienen que subirse a un avión. A este miedo o fobia a los aviones se le conoce con el nombre de aviofobia, lo que significa tener miedo a volar.
 
El miedo a volar puede estar generado por diversas razones pero todas suelen ser por una causa mental. Es decir, la imaginación de ciertas personas les lleva a pensar en todos los problemas que puede tener un avión cuando sobrevuela a miles de kilómetros del suelo y la angustia y el miedo que le entra les impide estar tranquilos durante el vuelo.
 

Estos pensamientos pueden ir desde que crean que el avión se puede quedar sin gasolina en medio de la nada y caer, que se rompan algunas de las piezas, que las turbulencias sean demasiado fuertes y se pierda el control de avión, o incluso asociar algún acontecimiento triste con el hecho de viajar.
 
El miedo a volar no se manifiesta igual en todas las personas ya que las hay que sólo sienten cierto nerviosismo y respeto al subirse al avión, las que se pasan desde el momento que saben que cogerán un avión (aunque éste sea dentro de meses) angustiadas y pensando en lo que pueda ocurrir o incluso a las que les puede llegar a dar un ataque de ansiedad.
 
El miedo a subirse a un avión también puede derivar de otro tipo de fobias a las que se puede asociar, como por ejemplo la claustrofobia, que es el miedo a los espacios cerrados, por lo que una persona que padece dicha fobia sería incapaz de estar en un sitio tan pequeño como un avión; o la acrofobia, que es el miedo a las alturas, y volando es una de las alturas más altas que una persona puede alcanzar.
 
Por suerte este problema tiene solución y hay muchas compañías aéreas que ofrecen cursos con los que educar a la gente en el mundo del funcionamiento de un avión para que vean que sus temores son infundados y que no hay tanto riesgo como ellos creen. A base del aprendizaje u otras técnicas más agresivas, como por ejemplo, hacer paracaidismo, mucha gente ha sido capaz de superar su aviofobia.
 
No dejes que el miedo al avión te impida conocer mundo, acudir a citas importantes de trabajo o reencontrarte con gente que vive a miles de kilómetros de distancia.

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