Cáncer: Nueve falsos mitos sobre la enfermedad

La información es esencial en la prevención del cáncer, y de ahí la importancia de desmontar las creencias erróneas sobre la enfermedad.

Ni el estrés ni los componentes de los desodorantes están detrás de los diagnósticos del cáncer ni el tener una personalidad pesimista nos hace más vulnerables a padecer una enfermedad que genera dudas y, algunas de ellas, acaban convirtiéndose en mitos. Y entre los mitos claves a desterrar, el cáncer no siempre es sinónimo de mortalidad. Estos son los 9 mitos desmontados por la ciencia.

1. El cáncer es hereditario

Es una de las creencias sobre el cáncer más extendidas. Aunque puede darse una predisposición genética en algunos tipos de tumores –en torno a un 5-10% de los casos diagnosticados- no se puede generalizar y considerar que el cáncer es una enfermedad hereditaria.

2. El cáncer es contagioso

En absoluto. Ningún cáncer es contagioso. Sí se da la circunstancia de que algunos tipos de cáncer pueden estar provocados por los virus que se propagan de una persona a otra, como el virus del papiloma humano (VPH), enfermedad de transmisión sexual que puede aumentar el riesgo de padecer cáncer cervical, por ejemplo, o los virus de la hepatitis B y C, que aumentan el riesgo de tener cáncer de hígado.

3. El dolor es síntoma de cáncer

El dolor no es un síntoma o señal de la presencia de cáncer. De hecho, en las fases iniciales no hay presencia de dolor. Otra cosa distinta es a lo largo del proceso de la enfermedad. En estos casos, hasta el 75% de los pacientes reconocen padecer dolores. Dentro del tratamiento contra el cáncer, y precisamente para aplacar el dolor, se aplica la radioterapia en los tumores más avanzados.

4. El cáncer es sinónimo de muerte

Los especialistas en oncología, con el aval de las terapias y nuevos avances en el tratamiento del cáncer, logran cada día desmontar el mito de que el diagnóstico de cáncer es sinónimo de mortalidad. Todo lo contrario. Se puede ganar la batalla al cáncer. Según datos médicos, más de la mitad de los pacientes superan esta enfermedad y, a día de hoy, existen numerosas terapias para prolongar la supervivencia y plantar cara al cáncer.

5. El estrés provoca cáncer

Es cierto que el estrés puede condicionar nuestra calidad de vida y nuestra salud, pero la ciencia ha desmontado que sea uno de los responsables de la aparición de cáncer. Pero aunque el estrés no sea un condicionante o causa directa, sí hay que prestarle atención, porque el estrés puede desequilibrar nuestra dieta y nuestros hábitos saludables, y eso sí es un factor de riesgo para nuestra salud.

6. El azúcar provoca cáncer

No hay pruebas científicas concluyentes que constaten que tomar azúcar favorezca el crecimiento del cáncer. Las células del cuerpo, las sanas y las cancerosas, dependen del azúcar (glucosa) para crecer y funcionar. Pero esto no quiere decir que acelere su crecimiento ni que dejar de tomar azúcar lo ralentice. Tampoco quiere decir que podamos abusar del azúcar en la dieta, porque el exceso de calorías que implica sí se asocia al aumento de peso, obesidad y diabetes. Los malos hábitos y el comer mal, y así lo han constatado diferentes estudios, pueden mermar nuestra salud y hacernos más vulnerables a padecer un cáncer.

7. Los desodorantes son cancerígenos

Las sales de aluminio presentes en los antitransparentes (los desodorantes no llevan) también han generado la creencia errónea de considerar estos cosméticos como un factor de riesgo de padecer cáncer. Sin embargo, a día de hoy no hay estudios rigurosos ni evidencias científicas que constaten la relación entre el aluminio de los antitranspirantes y esta enfermedad.

8. Es malo usar sujetadores con aros

Una prenda femenina que también ha estado en el punto de mira, el uso de determinados tipos de sujetadores (con aro). Tampoco hay vinculación alguna con la mayor o menor predisposición a padecer cáncer y, en concreto, cáncer de mama.

9. Hierbas medicinales

¿Y las hierbas medicinales? Los oncólogos aseguran que no hay hierbas medicinales con capacidad curativa del cáncer. Si se sigue una terapia natural o complementaria, los pacientes deben comunicarlo al médico, ya que podría interacturar con el tratamiento o terapia que se esté llevando a cabo.

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