Gripe intestinal: síntomas, duración y dieta más adecuada

La gripe intestinal se suele confundir con gastroenteritis, una inflamación del estómago y del intestino provocada por un virus. La gripe intestinal tiene una serie de particularidades que la diferencian de la gastroenteritis. Vamos a ver, para resolver dudas, cuáles son sus síntomas y duración y la dieta adecuada para seguir durante esos días.

La gripe intestinal puede afectar a los adultos y a los niños, por lo que conviene aprender a reconocer los síntomas para no confundirla con otras molestias gastrointestinales. Qué comer, cuánto dura la enfermedad y cuáles son los remedios más eficaces son algunos de los aspectos en los que vamos a incidir sobre la gripe intestinal.

Gripe instestinal: Síntomas

Cuando un virus se cuela en nuestro cuerpo, en particular en el tracto gastrointestinal, puede provocar una infección acompañada de una serie de molestias. Los síntomas de la gripe intestinal, que puede durar desde unos días a unas semanas, son:

  • Náuseas.
  • Vómitos. Los vómitos pueden venir provocados por la distensión abdominal, en ocasiones, nuestro cuerpo libera el dolor con vómitos y, en otras ocasiones lo hace a través de la diarrea.
  • Diarrea. La diarrea viene acompañada de calambres o espasmos musculares.
  • Pérdida de apetito. El malestar provocado y los espasmos musculares hacen que perdamos el apetito, de todas formas, en los primeros momentos no es aconsejable comer con normalidad
  • Fiebre y escalofríos. La fiebre es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo para lucha contra la infección.
  • Dolor abdominal. El dolor puede venir acompañado de hinchazón o distensión abdominal debido a los espasmos musculares.
  • Sensación de fatiga y cansancio ya que nuestro organismo está débil.
  • Dolor de cabeza.
  • Malestar general.

Gripe intestinal: Diagnóstico
La gripe intestinal, por lo general, tiene un curso benigno, es decir, después de unos días de molestias, tiende a remitir sin mayores riesgos ni complicaciones. No obstante, tanto si reconocemos los síntomas como si solo tenemos sospechas, lo más aconsejable es consultar al médico, sobre todo en el caso de los niños. Además, si las molestias persisten al cabo de varios días, lo mejor es acudir al médico, el cual realizará un examen físico para valorar la gravedad de los síntomas. En algunos casos puede ser necesario realizar un análisis de las heces, para identificar al microorganismo responsable de la infección.

Gripe intestinal: Duración y remedios
La duración de la gripe intestinal varía de una persona a otra, incluso siguiendo el mismo tratamiento. Si se sigue una dieta blanda, como complemento del tratamiento fármacológico prescrito por el médico, la duración media de la enfermedad es de 5 días. Si se interrumpe el tratamiento, o no se sigue una dieta adecuada, los síntomas pueden empeorar y alargar la recuperación. Los medicamentos, incluyendo los antibióticos, se pueden evitar, salvo que los haya recetado el médico. Fundamentalmente se prescriben antiviriales que, si se toman en el inicio de los primeros síntomas, reducen la duración de la gripe intestinal. En algunos casos bastará con tomar un ibuprofeno o paracetamol para aliviar el dolor.
Debemos beber líquidos, sobre todo agua, ya que con la gripe intestinal se pierden muchos líquidos. Es fundamental, por lo tanto, evitar la deshidratación y guardar reposo.
Asimismo, al inicio de los síntomas, es aconsejable evitar comer durante un par de horas seguidas, para dejar al estómago libre. Lo mejor es optar por alimentos fáciles de digerir. Si tiene náuseas, lo mejor es evitar tomar alimentos y optar por una infusión, una manzanilla por ejemplo, para calmar el estómago y, luego, tomar algo ligero (un yogur, por ejemplo).

Gripe intestinal: Qué comer
Una vez que han desaparecido los vómitos, hay que comer, pero hay que hacerlo introduciendo de manera gradual los alimentos. Hay que empezar por una dieta muy ligera y líquida, para pasar luego a los alimentos sólidos. Es recomendable comer alimentos muy ligeros. Son buenos, por ejemplo, el arroz, el pan blanco, la pasta, las patatas cocidas, el pescado blanco y la carne de pollo. Se deben evitar, por su parte, los alimentos ricos en azúcares simples, ya que pueden empeorar la diarrea, debido a un efecto osmótico. Evita también los refrescos, los zumos de frutas, la leche entera, el chocolate, la cafeína, los alimentos fritos, alimentos grasos o muy condimentados. Además, no se debe consumir alcohol.

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