Alimentación niños: Cómo enseñarles hábitos saludables

Enseñar hábitos saludables a los niños en cuestión de alimentación es muy importante. Aprender a comer es aprender a cuidarnos, un aprendizaje que debemos iniciar en la etapa infantil. ¿Cómo conseguir que los más pequeños de la casa adquieran hábitos saludables en la alimentación? Dos consejos para empezar: dedicar al menos quince minutos al desayuno y preparar los platos de una manera que les resulte atractiva.

Alimentación saludable en niños
Los hábitos alimenticios saludables forman parte de nuestro crecimiento y desarrollo. De ahí la importancia de enseñar a los más pequeños a comer bien desde sus primeros años. Aprender a comer es una asignatura más de nuestro crecimiento y desarrollo. Comer sano, variado y equilibrado es un hábito que conviene adquirir desde la etapa infantil. Pero no siempre es fácil conseguir que los más pequeños coman o que presten atención a la importancia de la alimentación. Para ayudar a los padres y a los más pequeños de la casa a adquirir hábitos saludables, la Asociación Española Contra el Cáncer, AECC, ha elaborado una serie de consejos, recordando a los padres que ellos son el mejor modelo para que sus hijos aprendan a comer de manera saludable.

Unos hábitos alimenticios saludables que comienzan con la comida más importante del día, el desayuno, al que se debe dedicar un mínimo de quince minutos al día ya que constituye el aporte esencial de vitalidad y energía para afrontar el día. Un desayuno que incluya alimentos saludables y que le resulten apetecibles, porque la presentación de los platos es importante para que les resulten más atractivos. Tal y como señalan desde la AECC, inculcar una serie de hábitos alimenticios saludables desde la infancia hará que estos se mantengan con más facilidad a lo largo de toda la vida. Hábitos como los que a continuación se apuntan:

Consejos para una alimentación saludable

  • Fruta y verdura a diario. Acostumbrarles a comer fruta todos los días, al menos tres o más piezas, y dos porciones o más de verduras frescas. La verdura puede ser un buen acompañante de los platos de carne o de pescado. Puede hacerse más apetecible condimentándola con piñones, huevo o beicon.
  • Incentivos positivos. Felicitar al niño cuando se coma el plato de verdura o la fruta y procurar que las comidas discurran en un ambiente agradable. No siempre es fácil que coman, pero la paciencia y la constancia son fundamentales.
  • Un horario para las comidas. Programar un horario de comidas y dedicar ese tiempo únicamente a comer, evitando por ejemplo que se acostumbren a comer viendo la televisión. Respecto a este último consejo, los expertos apuntan a que cuando comemos delante de la televisión no le prestamos atención a la comida que ingerimos ni a las señales que nos envía nuestro cuerpo, por lo que la tendencia es a comer más. Además, en el caso de los niños, pueden llegar a relacionar la televisión con comer, saltándose las horas de comidas y picando entre horas.

Trucos para lograr hábitos alimenticios saludables

Trata de educar a tus hijos acerca de por qué eliges ciertos alimentos y no otros. Compra o haz la comida con ellos al menos de vez en cuando y recuerda que vosotros sois el modelo que ellos siguen. De nada te servirá decirles que coman fruta si tú no lo haces.

Un poco de diversión en la cocina tampoco viene mal para despertar su interés. Prepara una tarde para hacer un bizcocho o un rico pastel y disfrutar juntos haciéndolo y saboreándolo.

Ten cuidado con los términos que usas, ni flaco ni gordo ni nada parecido. Trata de evitar mandarles mensajes contradictorios como estos, está claro que se los dices con cariño pero a ellos pueden confundirles.

Elaboración de las comidas con niños
Implicar a los niños en la preparación y elaboración de las comidas más sencillas, dejándoles cierta libertad a la hora de elegir los alimentos. Esto les ayudará a familiarizarse con los alimentos y a conocer sus propiedades. Una elaboración que debe ser divertida y lúdica, porque de lo que se trata es de aprender jugando. Una idea es preparar con los niños una ensalada de verduras, frutas u hortalizas, acompañadas de batidos de frutas o yogures. De esta manera les resultará divertido comer algunos de los alimentos que más pereza les suelen producir, las frutas y las verduras.

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