Libertad financiera: Cómo ser una mujer con libertad económica

Las deudas y un desajuste en tu presupuesto financiero pueden conducir a estrés, problemas con la pareja o familia. Los problemas de dinero pueden llegar a ser un verdadero fastidio y obstáculo en nuestra felicidad, pudiendo llegar a ser precursores de ansiedad y perpetuo descontento en nuestra vida cotidiana. Por ello, la meta es tener «libertad financiera», este término que se usa tanto en los círculos económicos y que supone una nueva forma de comprender y usar nuestro dinero. Te contamos los pasos que tienes que seguir para que te conviertas en una mujer con libertad económica.

Para conseguir la anhelada libertad económica no sólo necesitarás terminar tus deudas, sino un plan financiero que te permita salir de ellas, eliminar los gastos innecesarios, planificar tu futuro y, en definitiva, dominar tus finanzas. Libertad financiera significa, por tanto, aprender a tomar decisiones con los recursos que se tienen.

Por supuesto, no es algo fácil, y en este mundo de satisfacciones inmediatas y consumo excesivo en el que vivimos mucho menos, porque dependiendo de nuestra situación financiera, puede suponer tener que renunciar a muchas de esas gratificaciones que queremos tener, pero que nos tenemos que preguntar: ¿podemos tenerlas? o mejor aún, ¿las necesitamos?.

Que no sea fácil no significa que sea imposible, de hecho, los pasos a seguir son bastante simples. Sólo necesitamos un poco de constancia y determinación, para conseguir nuestras metas a corto y medio plazo, que se traducirán en el camino del logro de nuestras metas a largo plazo. Toma nota de los pasos a seguir para conseguir libertad financiera:

1. Haz un plan financiero

Si nunca has hecho uno, es posible que te cueste un poco hacerlo. Puedes ayudarte con apps o páginas web que te ayudan a hacer planes o presupuestos financieros. Pero antes que nada, debes conocer cuáles son los básicos que debe tener tu plan financiero:

  • Categorías: necesitas identificar todos tus gastos y dividirlos en tres categorías: Necesidad, Deseos y Cómo. Tras anotar todos y cada uno de tus gastos (alimentos, vivienda, servicios públicos, seguros, automóviles, gas, transporte, ropa, tarjetas de crédito, teléfonos, Internet, mascotas, entretenimiento, etc.) y revisarlos con tu pareja en el caso de compartirlos, deberás dividirlos en las categorías Necesidad y Deseos. Una vez que identifiques dónde está cada uno, podrás comenzar a trazar un plan sobre Cómo recortar gastos, administrarlos mejor, salir de tus deudas y tener mayor libertad financiera.
  • Límites: deberás ponerte límites en cada uno de tus gastos y asignar un presupuesto con límites que es importante no rebasar nunca. Así, te asegurarás de no gastar a principios de mes lo asignado a mediados.
  • Trabajo en equipo: si implicas a todos los miembros de la familia, incluso tus hijos, conseguirás que cada uno comprenda el significado de la financiación y de cómo gestionar los gastos. Por ejemplo: se puede extraer dinero del presupuesto de ropa para incluirlo en entretenimiento. Si todos los miembros de la familia están comprometidos con la libertad financiera, será mucho más sencillo alcanzarla.
  • Ajustes de presupuesto: por supuesto, habrá deslices en el transcurso del camino, gastos no contemplados o situaciones imprevisibles que cambiarán por completo tu plan financiero. Es normal y es parte del aprendizaje. Lo único que necesitarás hacer son varios ajustes diarios, semanales o mensuales para no salirte del presupuesto.
  • Fondo de emergencia: contar con un ahorro de seguridad es fundamental para conseguir libertad financiera. Así que incluye en tu presupuesto financiero un apartado de ahorro o, si no es posible, tal vez ver la manera de conseguir un ingreso extra puede ser la solución. Este fondo no deberá ser tocado nunca salvo verdaderas emergencias (arreglos de coche, pérdida de trabajo, cuentas médicas…) El famoso «colchón» deberá estar planificado y guardado bajo llave.
  • Metas a medio y largo plazo: tus metas económicas a medio y largo plazo también deben estar incluidas en tu presupuesto, para tener la certeza de que destinarás el monto adecuado para llegar a cumplir esas vacaciones familiares soñadas, la compra de una casa o el coche de tus sueños. Por eso, invertir es uno de los aspectos fundamentales en tu plan financiero.

2. Invierte tu dinero

A muchas personas, la palabra inversión les da escalofríos. Invertir parece ta complicado y abstracto que genera verdaderos sentimientos de susto. Por eso, los expertos en finanzas, aconsejan darle una vuelta al concepto y pensarlo con otra perspectiva. En vez de «invertir» estás viendo la manera de «pagar tu futuro».

Un fondo de jubilación es la principal y primera inversión que deberías hacer en tu vida. Destina mínimo el 15% de tus ingresos a este fondo y asegurarás tu libertad financiera a largo plazo. Planear tu futuro a largo plazo te permitirá tener una estabilidad económica consecutiva con la que te sentirás aliviada en todo momento. Un fondo de vivienda, un fondo de ahorro o uno de inversión, te permitirá conseguir la casa que tanto has anhelado o aumentar tus ahorros para construir una red de seguridad más amplia o concentrarte en generar riqueza.

Si no sabes por dónde empezar, puedes acudir a tu banco para que te den asesoramiento. Además, tambén hay apps y páginas web donde podrás comenzar a pagar tu futuro con seguridad y permitiéndote tener control absoluto de tus cuentas en todo momento. Lo importante es que comiences ya, no lo dejes para mañana o el próximo mes. Si tus finanzas están un poco desgastadas, puedes incluso destinar tan sólo un 1% de tus ingresos y aumentar la cifra poco a poco.

3. Libérate de las deudas

Lo primero que tienes que aceptar es que no existen buenas deudas, porque las deudas son eso, «deudas». Y mientras más tengas siempre serás esclava del prestamista. Es cierto que hay unas deudas peores que otras, pero la libertad financiera significa tener las menos posibles para no sentir que te ahogas siempre que llega fin de mes, experimentando una completa falta de libertad.

Si tus deudas son verdaderamente un problema, necesitas urgentemente un plan de acción. Busca un libro que te ayude a conocer cómo salir de tus deudas. Paga tus tarjetas de crédito, comienza con las deudas más pequeñas a las más grandes. Si es necesario, corta tus tarjetas de crédito y busca un ingreso extra para salir de tu atolladero. Tu plan o presupuesto financiero también te ayudará a comprender cómo puedes liberarte de ellas.

Cuando no tengas deudas o sean mínimas, usa tus tarjetas de crédito con cabeza, siendo consciente del costo que supone dentro de tu presupuesto y sin salirte de ahí. Incluso, si deseas comprarte algo fuera de tu presupuesto, puedes optar por hacer un plan para conseguir pagarlo al contado.

4. Minimiza

El nuevo minimalismo es uno de los puntos claves para lograr libertad financiera. Liberarte de todo lo que no te hace falta no significa no tener nada. Si aprendes a identificar qué posesiones materiales no agregan valor a tu vida, puedes deshacerte de ellas más facilmente vendiéndolas en un mercadillo o eBay. Además, esto te permitirá aprender a no hacer compras compulsivas, que generalmente desajustan tu presupuesto y te endeudan.

Sé realista contigo misma y piensa: ¿de verdad necesito esto? Puede ser que te hayas endeudado por comprar una casa enorme y ciertamente puedas venderla y adquirir un apartamento más pequeño donde también puedes ser feliz. Es importante que asumas lo que verdaderamente necesitas en tu entorno para sentirte bien y lo que no, y que seas realista contigo misma. Por ejemplo, si definitivamente no quieres renunciar a salir a comer 3 veces por semana, tal vez la meta de ahorrar para la entrada de una casa no sea la adecuada para ti, o tal vez, te des cuenta que esta meta es más importante para ti que tus comidas semanales. No importa lo que sea valorable para ti, lo verdaderamente importante es que te des cuenta de ello y actúes en consecuencia, es decir, tomes decisiones planificadas y conscientes con tu dinero.

5. Contribuye y aprecia lo que tienes

Tal vez no puedes apreciar lo que tienes porque te hundes en un mar de deudas, pero contribuir un poco a la sociedad, te ayudará a cambiar tu perspectiva. Regala tu don más preciado, tu tiempo, y aporta algún recurso a la sociedad, como ser voluntaria en alguna organización, un refugio, clases a niños de bajos recursos… Aunque sería mejor que no fuera así, lo cierto es que hay infinidad de situaciones sociales en las que puedes contribuir. No necesitas hacer algo grandioso, sólo aportar un granito de arena, que además te ayudará a descubrir la pequeñez de tus problemas financieros.

La libertad financiera no es un camino fácil, pero una vez que comienzas a dar los primeros pasos, experimentarás un cambio radical en tu vida. Recuerda que lo más importante es tomar decisiones con los recursos que tienes.

También te puede interesar: Apps móviles para las mujeres trabajadoras y Consejos para ahorrar comiendo fuera.

Impostazioni privacy