¿Te cuesta conciliar el sueño o te despiertas con la sensación de estar más cansada? Para dormir bien, y conseguir un sueño reparador, la alimentación juega un papel muy importante. Si quieres dormir de un tirón, toma nota de esta dieta, el mejor plan para no interferir en tu descanso.
De igual manera que hay ciertos alimentos que te roban el sueño y que debes evitar tomar a última hora del día, hay otros muchos que tienen justo el efecto contrario. Alimentos que son relajantes y que favorecen el buen descanso.
Dieta para dormir: claves
La cena es la última comida del día, siendo aconsejable que sea ligera y saciante. De esta manera evitaremos, por ejemplo, la pesadez de estómago. Tomar demasiadas proteínas por la noche puede ralentizar la digestión. También es importante incluir en la cena una ración de hidratos de carbono (pan, pasta, arroz…) para mantener el aporte mínimo de energía que el organismo necesita para seguir trabajando mientras dormimos. Antes de irse a dormir, mejor evitar los azúcares, ya que añaden calorías innecesarias que pueden traducirse en kilos de más. Apuesta por los alimentos ricos en triptófano, aminoácido que favorece la síntesis de serotonina y el sueño. Toma filete de pavo, pescado, tortilla, plátano o yogur desnatado. Si te cuesta conciliar el sueño por nerviosismo o estrés, los alimentos ricos en vitamina B6 y magnesio son un buen aliado, como el aguacate, los frutos secos, el pan integral o la levadura de cerveza.
La hora de la cena es muy importante y constata que el sueño influye en el apetito. Es mejor cenar pronto, al menos dos horas antes de irte a dormir. Esto ayudará a que cuando te vayas a la cama ya hayas hecho la digestión. Cenar e irse a la cama inmediatamente puede favorecer el reflujo gastroesofágico o la aparición de ardores estomacales.
Saltarse la cena es un error, ya que solo hará que se duerma peor. La sensación de hambre puede provocar insomnio o hacer que nos tengamos que levantar de noche a comer.
Dieta para dormir de un tirón: menús
A la hora de la cena no hay que comer en exceso, ya que el gasto calórico se reduce mucho y eso hará, por un lado, que se duerma peor y, por otro, que acumulemos grasa. La cena, por lo tanto, debe ser a base de un menú suave, digestiva y relajante. Estas propuestas te servirán de guía:
- Menú 1: Ensalada de lechuga y aguacate, filete de lenguado con almendras picadas.
- Menu 2: Crema de espinacas con pollo al horno con patatas.
- Menú 3: Arroz integral con verduritas y revuelto de calabacín con pan integral.
Para el postre puedes elegir entre un plátano con dátiles, un yogur con avena (un ingrediente que relaja y calma los nervios), una manzana asada (muy digestiva) o requesón con fruta (manzana, pera o cerezas).
Si antes de irte a dormir necesitas una ayuda extra, puedes tomar un vaso de leche caliente o una infusión. Entre las más relajantes, las infusiones de tila, valeriana, pasiflora o manzanilla con anís.
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