Tener un mal suelo pélvico puede provocar afecciones importantes. Por ello, es fundamental seguir varias recomendaciones para no dañarlo.
Con el paso de los años, el suelo pélvico se debilita por diversos motivos, no solo por el embarazo y el parto. Este conjunto de músculos y ligamentos que rodea la cavidad abdominal ayuda a sostener y mantener en su lugar la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el recto, y es fundamental para evitar afecciones importantes.
Tener un mal suelo pélvico puede hacer que sufras pérdidas de orina, así como caídas de útero o vejiga y disfunciones sexuales. Si quieres descubrir por qué puede dañarse, quédate y sigue leyendo porque te resultará muy interesante.
Cómo cuidar el suelo pélvico
Todas las mujeres deben cuidarse la zona pélvica, independientemente de la edad que tengan y de su circunstancia. Por ejemplo, cuando las mujeres embarazadas dan a luz necesitan una valoración del suelo pélvico, puesto que con el peso del bebé esta parte del cuerpo se debilita bastante. Asimismo, aquellas que padecen sobrepeso también tienen que controlarlo. Un peso elevado hace que aumente la presión en las vísceras abdominales y en la vejiga, lo que provoca que los músculos pélvicos pierdan fuerza. Es más, gracias a un estudio realizado por los científicos de la Universidad de California, se ha demostrado que perder peso ayuda a solucionar los problemas de pérdidas de orina.
Por otro lado, según un estudio de la Universidad de Vigo, llevar un estilo de vida muy sedentario también favorece la aparición de pérdidas de orina y daña el suelo pélvico. Por ello, es recomendable caminar a diario y de forma correcta. Esto se consigue manteniendo la pelvis neutra, es decir, no sacando el trasero ni adelantando el pubis, tal y como recomienda Laura Roja, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico. También es importante la forma en que te sientas. Debes mantener una postura recta, para que el abdomen no esté comprimido y la zona pélvica no se debilite.
Asimismo, los deportes de alto impacto como pádel, tenis, ciclismo, crossfit o running, no ayudan a que esta zona se fortalezca. Para que se fortalezca el suelo pélvico lo mejor es hacer yoga, pilates o natación. Además, existe una serie de ejercicios que hacen trabajar a la musculatura de esta zona como son los ejercicios de Kegel o lo hipopresivos. Por último, cabe destacar otro factor que debilita notablemente la zona pélvica: la dermatitis vulvar. Ocurre cuando la zona se enrojece y provoca dolor y pico, empeorando así el suelo pélvico. En este caso, lo mejor es acudir al ginecólogo para que valore la situación.
