Beber vino podría prevenir la caries

Beber vino podría tener un beneficio extra, el de ayudar a prevenir las caries, tal y como constata el estudio realizado por investigadores españoles del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL). La clave, como señala el estudio, reside en los polifenoles y sus propiedades antioxidantes que actuarían como un protector de la salud oral. Numerosas investigaciones ya habían constatado los beneficios de beber de vino de manera moderada, a los que ahora se sumaría el de ser bueno para prevenir las caries y la enfermedad de las encías.

El estudio, financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y la Comunidad de Madrid y publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry, confirma la capacidad de los polifenoles de la uva del vino tinto de frenar la aparición de bacterias en la boca. El equipo de investigadores, con la científica Victoria Moreno-Arribas, ha indagado en los efectos de los polifenoles para proteger los dientes y las encías y en su funcionamiento a nivel molecular, y el resultado no ha podido ser más positivo. Esto abre nuevas vías de investigación para el tratamiento de las enfermedades de la boca.

Vino para prevenir caries

Los investigadores centraron la atención en dos polifenoles del vino tinto y en algunos extractos de uva y vino tinto, y en cómo actuaban frente a las bacterias que, al adherirse a dientes y encías, aumentan el riesgo de aparición de placa dental, caries y enfermedad periodontal. Los resultados, al trabajar con células que modelan el tejido de las encías, han sido que los polifenoles del vino reducen la capacidad de adherirse de las bacterias, siendo los más efectivos los polifenoles denominados ácidos cafeico y p-cumárico. Asimismo, cuando se combinan con Streptococcus dentisani, considerado un probiótico oral, el nivel de protección contra los patógenos aumenta.

Un estudio que supone un nuevo paso en la investigación sobre las propiedades del vino, en concreto de la uva, especialmente apreciada por ser un antioxidante natural. Así, tomar una copa de vino también se considera bueno para el corazón o para mejorar la digestión, entre otros. Ahora los investigadores ponen encima de la mesa un nuevo argumento para seguir considerando al vino un alimento saludable, el de proteger los dientes y encías. Esto, lógicamente, no significa que se pueda obviar el consejo de consumir alcohol con moderación y, por supuesto, de descuidar las medidas de higiene bucal esenciales para mantener en buen estado los dientes y las encías.

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