Ejercicio en ayunas: ¿Bueno o malo?

ejercicio en ayunas
Hacer ejercicio en ayunas, ¿es bueno o malo para la salud? La respuesta es sencilla, puede resultar perjudicial someter a nuestro organismo a un sobreesfuerzo después de horas sin comer. El objetivo del ejercicio físico es obtener el mayor número de beneficios, sin embargo, si optamos por realizar ejercicio en ayunas, bajo la creencia en la mayoría de las ocasiones de que se pierde más peso o se queman más calorías, puede tener efectos contraproducentes y aumentar los factores de riesgo cardiovasculares. Seguir una serie de pautas es básico para que el deporte no se convierta en un enemigo de nuestra salud.
 
No se adelgaza más ni se quema más grasa por practicar ejercicio en ayunas. Es una de las creencias erróneas sobre el ejercicio físico, una creencia que tiene que ver más con la sensación de agotamiento. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar ejercicio en ayunas o nada más levantarnos de la cama? Tal y como nos recuerda la Fundación Española del Corazón, al ejercitarnos durante el ayuno hace que acabamos con las reservas de glucógeno, el modo en que almacenamos la glucosa en los músculos y en el hígado. Una pérdida de reserva que conlleva fatiga, con lo que nos resultará más difícil manteneros en activos. El ejercicio en ayunas además incrementa los riesgos de nuestro corazón, como la inflamación o la oxidación.
 
Hay que recordar que el efecto beneficioso del deporte no es el que consigamos mientras realizamos la actividad, sino la respuesta que provocamos en nuestro organismo una vez que concluimos el ejercicio.
De igual manera que el exceso de ejercicio físico puede resultar perjudicial para la salud, practicar deporte en ayunas o cualquier actividad física que implique un sobreesfuerzo puede resultar contraproducente. Es muy importante tener en cuenta el momento de practicar ejercicio físico en relación con la comida. No es aconsejable realizar ejercicio en ayunas, ni en las horas más próximas a las comidas, sobre todo si éstas han sido copiosas. En líneas generales, si el ejercicio es de intensidad media/elevada lo más aconsejable es esperar dos horas después de la comida para hacer ejercicio. Si es intensidad baja, dar un paseo por ejemplo, no hay problema en hacerlo una hora después de comer, incluso está constatado que es beneficioso para controlar patologías como la diabetes o la hipertensión.
 
A la hora de practicar ejercicio, para sacarle el máximo partido, conviene cuidar tanto la alimentación como la hidratación. Así, es recomendable beber antes, durante y después del ejercicio. También es recomendable comer alguna pieza de fruta para evitar la hipoglucemia.
 

La mejor hora para hacer ejercicio

Las mejores horas para practicar deporte son aquellas en las que las temperaturas sean menos extremas. En las horas más frías puede darse un aumento de la presión arterial. La actividad física se debe realizar con temperaturas moderadas. Otro consejo a tener en cuenta es que el ejercicio debe adaptar a nuestra condición física y salud, pudiendo optar por aquella modalidad deportiva que más nos guste y en la que más cómodos nos sintamos.

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