El machismo puede causar depresión en las mujeres, consecuencia directa del impacto negativo de las situaciones de desigualdad, falta de corresponsabilidad en el hogar y otros micromachismos a las que, desafortunadamente, cada día se enfrentan las mujeres por el simple hecho de serlo.
Una de las consecuencias negativas del machismo es la mayor vulnerabilidad de la mujer a padecer trastornos emocionales, como estrés, ansiedad o depresión. Así lo ha constatado un estudio, presentado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona, y que señala directamente a las desigualdades asociadas a los roles de género como factor desencadenante de episodios de ansiedad y depresión.
No solo la falta de corresponsabilidad en las tareas domésticas, sino también las dificultades de las mujeres en el mundo laboral hacen que, en los indicadores de salud y calidad de vida, ellas presenten peores resultados. Esto se traduce en peor salud física y mental y en las mayores probabilidades de padecer trastornos crónicos.
¿Cómo afecta la desigualdad social en la mujer?
Los efectos de la desigualdad social, acentuada en los años de crisis, ha sido el objeto de análisis de un estudio realizado en la Unión Europea, bajo el título ‘Trabajar muchas horas y salud en Europa: Diferencias de género y de estado del bienestar en un contexto de crisis económica’ (en inglés, Long working hours and health in Europe: Gender and welfare state difference in context of economics crisis), con la participación de más de 20.000 hombres y mujeres de todos los países miembros. Sus jornadas laborales estaban entre las 30-60 horas a la semana.
Los resultados constatan cómo la desigualdad o el reparto sexista de tareas (dentro y fuera del hogar) genera una mayor ansiedad en las mujeres españolas. La mujer en las últimas décadas ha ido ganando protagonismo en el espacio público, pero esto no ha sucedido en el espacio privado o ámbito familiar, donde la mujer sigue siendo la que dedica más tiempo a las tareas del hogar y cuidado de los hijos o familiares dependientes.
Pero hay más razones que explican que las mujeres sean más proclives a la ansiedad, y es el tipo de empleo al que pueden acceder. Según datos de la EPA (Encuesta de Población Activa), más del 70% de los trabajos temporales en nuestros país los realizan las mujeres, a lo que hay que sumar que el 74% de las empresas no respetan la Ley de Igualdad en España. Esto explica, como señala el estudio europeo, que una mujer con una ocupación no cualificada presente un riesgo casi 4 veces mayor de sufrir ansiedad o depresión en comparación con un hombre que desempeñe tareas de gestión o sea un profesional cualificado.
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