Cosmeticorexia: Cuando tu obsesión por la belleza no es sana

Estar obsesionada con los productos de belleza no es sano y puede derivar a una cosmeticorexia. Dicha enfermedad afecta a esas personas que tienen una preocupación excesiva por la estética, y esto puede derivar en comportamientos adictivos y poco sanos. Actualmente utilizamos cremas hidratantes, anti-arrugas, para los granos, sérums, exfoliantes, mascarillas… En resumen, un montón de productos. Utilizarlos todos a la vez o con la cantidad equivocada es un gran error. Menos es más. No hace falta que tu baño parezca una perfumería.

Cosmeticorexia: obsesionados con la belleza

Los excesos casi siempre son malos. Los tratamientos cosméticos son cada vez más avanzados y aunque cuidan la piel de la manera adecuada, no hay que abusar de ellos. Tener muchos cosméticos y utilizarlos todos a la vez o en gran cantidad puede denotar un problema: el de la adicción a los productos de belleza. En el mundo de la cosmética, más no significa mejor. Hay que simplificar. Un exceso de crema tapona los poros y provoca grasa y brillos en la piel. Es muy importante utilizar la cantidad correcta de producto.

La cosmeticorexia se suele sufrir cuando la persona se vuelve adicta a los cosméticos y se obsesiona con ellos. Esto puede suceder por tener un ideal de belleza poco realista. Este trastorno puede ir acompañado de otros, por ejemplo: por la compra compulsiva o la tanorexia. Esta enfermedad puede derivar en problemas graves de la piel o en una distorsión del cuerpo.

Cómo evitar la cosmeticorexia

  • En primer lugar, debes tener una imagen de belleza real. No te obsesiones con ideales de belleza que no existen.
  • Utiliza productos adecuados para tu tipo de piel y edad.
  • No hace falta estar al día en todos los productos de belleza que sacan las marcas. No te gastes el dinero en nuevos productos que no te hacen falta.
  • Utiliza la cantidad correcta de cada cosmético. Por ejemplo, para el rostro utiliza una cantidad equivalente al tamaño de un guisante, con eso basta. Es mejor quedarse corta que abusar.
  • Los productos multifunción son la solución para no utilizar tantos cosméticos al día. Estos productos concentran en un envase varias funciones y fórmulas.
  • La rutina facial de día y de noche debe ser sencilla y simplificada. Para las mañanas: limpieza + hidratación + protección solar, y para la noche: limpieza + tratamiento + hidratación.
  • No abuses de los exfoliantes y los peelings, con una vez a la semana hay más que suficiente. Además, es recomendable que utilices exfoliantes suaves. Si aumentas la intensidad y frecuencia de los peeling se pueden producir diferentes problemas cutáneos. Si se afina demasiado el grosor del estrato córneo, la piel queda demasiado indefensa.
  • Las mascarillas también las debes utilizar una vez por semana, tanto las capilares como las del rostro. Es un momento para relejarte, no para obsesionarte.
  • No atiborres la piel con diferentes cremas, ya que la demis, a partir de un nivel, ya no absorbe más sustancias. Cuando se pone demasiado cantidad de un producto puede aparecer el conocido acné cosmético. Con un sérum, por ejemplo, con cinco gotas basta.
  • Si vas a utilizar productos con ácidos, retinol… debes pedir consejo sobre su aplicación, ya que son productos que necesitan un tiempo de adaptación a la piel y pueden variar en sus concentraciones.
  • Tampoco hace falta que utilices crema hidratante corporal, para la celulitis, para las estrías, para el pecho… Para las más jóvenes con una crema hidratante corporal hay más que suficiente. A partir de los 30 puedes utilizar una crema hidratante-reafirmante. Y si tienes algún tipo de problema como celulitis o estrías, puedes añadir una crema específica.

La cosmeticorexia es un trastorno que puede afectar a cualquier persona. Para lucir una piel sana y bonita no necesitas tener ni utilizar una gran cantidad de cosméticos. Recuerda que menos es más.

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