Dieta vegetariana: Un tercio menos de riesgos para el corazón

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Dieta vegetariana: Un tercio menos de riesgos para el corazón. Reducir los riesgos de padecer patologías cardiacas con unas medidas preventivas en las que el vegetarianismo, como constata un nuevo trabajo de investigación de la Universidad de la Oxford, refuerza su papel y se convierte en un buen aliado. Una dieta vegetariana, tal y como mantienen los investigadores, reduce los niveles de colesterol, presión arterial y azúcar en sangre, niveles que cuando se disparan nos hacen más vulnerables a padecer problemas de corazón.
 
La influencia de la dieta en la salud es incuestionable, pero ¿qué puede hacer la dieta vegetariana por nuestra mejorarla? Es la pregunta que se han hecho los investigadores en un nuevo estudio de la Unidad de Epidemiología del Cáncer de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, que refuerza su papel en la prevención de las enfermedades del corazón al constatar que los pacientes que siguen una dieta vegetariana – frente a los que comen pescado y carne- pueden reducir hasta un treinta por ciento el riesgo de hospitalización o de fallecimiento por patología cardiaca. Los resultados del estudio, publicados en American Journal of Clinical Nutrition, indagan en la prevención de la que está considerada, como constatan los datos médicos, la principal causa de fallecimiento en los países desarrollados. Enfermedades del corazón cuya prevención empieza por la dieta.
 
La respuesta a por qué el vegetarianismo puede mejorar la prevención estaría en los efectos sobre la presión arterial y el colesterol, dos factores de riesgo a su vez de las enfermedades que afectan al corazón. Pero hay más riesgos, algunos de los cuales está en nuestra mano evitar, como el consumo de tabaco o de bebidas alcohólicas y el sedentarismo o falta de actividad física. La edad también nos hace más vulnerables a padecer problemas del corazón.
 
Los investigadores pudieron comprobar que, en el caso de los vegetarianos, presentaban unos niveles más bajos tanto de colesterol como de presión arterial, algo a lo que sumaban el tener un índice de masa corporal (IMC) menor que aquellos que seguían una dieta en la que se incluye la carne y el pescado, así como una menor vulnerabilidad a padecer diabetes.
 
Para llegar a esta conclusión, en el estudio participaron 45.000 personas –inscritas dentro de la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición-, de las que el 34% eran vegetarianas. Un porcentaje que permitió a los investigadores precisar más los posibles riesgos de patologías cardiacas en función del tipo de dieta. Así, se detectó que el riesgo se puede reducir hasta en un tercio entre aquellos que habían optado por seguir las premisas de la dieta vegetariana. El seguimiento de los participantes se prolongó hasta 2009, después de haber sido reclutados en la década de 1990. Durante el estudio, se diagnosticaron más de 1.200 casos de patología cardiaca, 169 muertes y más de un millar de hospitalizaciones, datos avalados por el Proyecto Nacional de Auditoría.
 
Tal y como hemos señalado, este estudio lo que verdaderamente refuerza es el papel que juega la alimentaciónen la protección de nuestra salud. Somos lo que comemos, motivo por el que es importante prestarle toda la atención posible. Cuidar nuestra dieta es el primer paso, pero no debemos olvidar que la actividad física también juega un papel fundamental a la hora de proteger nuestra salud cardiovascular.

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