Somos muy fans de Michelle Obama, y con cosas como estas, aún más. La mujer del presidente de Estados Unidos le ha puesto las cosas claras a Donald Trump, candidato republicano a la Casa Blanca. Le ha hecho unos cuantos zascas y ha hablado claro, como suele hacerlo. En un mitin en New Hampshire, urgió a los ciudadanos a decir «basta» ante el «intolerable» trato de Trump con las mujeres al esgrimir que «no es algo normal» y también es «un insulto» a todos los «hombres decentes».
Michelle Obama ha demostrado en estos ocho años que es todo un ejemplo de elegancia, pero también de tener las ideas claras. De defender a la mujer y de no callarse ante las injusticas. Ahora, con Donald Trump no se ha callado como ya hicieron algunas famosas.
Obama arremetió contra el candidato republicano ante el reguero de acusaciones por emplear un lenguaje machista y tocar sin consentimiento a mujeres. «Puedo decir que los hombres de mi vida no hablan así sobre las mujeres y sé que mi familia no es una excepción», señaló en referencia al argumento del republicano de que son “lenguaje de vestuario” sus palabras machistas en un vídeo de 2005 difundido la semana pasada. «Ninguna mujer merece ser tratada así», agregó. Olé por ella.
Michelle Obama hizo un encendido alegato a favor de Hillary Clinton, que en caso de victoria en noviembre, se convertiría en la primera presidenta de la historia de Estados Unidos. “Mientras nuestras madres y abuelas no tenían a menudo el poder para cambiar sus circunstancias, hoy nosotras, como mujeres, tenemos todo el poder que necesitamos para determinar el desenlace de esta elección”, afirmó.
Las encuestas entre el voto femenino le son muy desfavorables al republicano, lo que seguramente se agravará con los escándalos destapados en los últimos días. De momento los debates no han servido para dilucidar nada, pero apariciones como las de Michelle sirven para ganar un buen puñado de votos.
