Fórmulas infantiles: cómo preparar y conservar

La fórmula láctea infantil está considerada, tal y como subrayan desde la Asociación Española de Pediatría, como la mejor alternativa a la leche materna durante el periodo de lactancia (hasta los 6 meses) y el periodo transicional (entre los 6 y los 12 meses). Fórmulas infantiles entre las que también encontramos un grupo de fórmulas alimenticias específicas para bebés y niños con problemas de intolerancia a alguna sustancia, problemas de digestión o absorción. Las fórmulas infantiles deben cumplir los requerimientos en nutrientes que necesita el bebé. Para elegir la fórmula infantil más adecuada, hay que consultar siempre con el pediatra y tener en cuenta tanto la edad del pequeño como sus necesidades nutricionales. Vamos a ver, a continuación, algunas pautas básicas sobre las fórmulas infantiles que pueden servir de guía a las futuras mamás y papás a la hora de preparar el biberón.

Cuál elegir

Cuando no es posible dar de mamar al bebé, la alternativa son las denominadas leches para lactantes o fórmulas de inicio. Se trata de leches elaboradas a partir de la leche de vaca y que, además de sustituir a la leche materna durante los primeros meses del bebé, se pueden continuar utilizando junto con otros alimentos hasta el primer año del niño.

Por su parte, los preparados de continuación son fórmulas infantiles para tomar a partir de los seis meses de edad. Muy parecidas a las anteriores, pero con un contenido proteico más elevado, así como de hierro.

Preparación

Tal y como señalan desde la Asociación Española de Pediatría, siempre hay que seguir las normas que aparecen en la etiqueta de las fórmulas infantiles, las recomendaciones del fabricante para su preparación (dosis de agua y fórmula). Además, conviene seguir algunos consejos como lavar de manera concienzuda y esterilizar los biberones, rosca, tapón, tetina… La fórmula más sencilla, en agua hirviendo durante 20 minutos. Antes de preparar el biberón, lavarse bien las manos con agua y jabón antes de tocar los utensilios y comprobar que la superficie sobre la que vamos a trabajar está limpia.

Es aconsejable utilizar agua mineral embotellada. El agua debe ser calentada a una temperatura de al menos 70 grados centígrados antes de añadir la fórmula infantil. Añadir la cantidad adecuada es fundamental, porque en exceso puede provocar molestias estomacales al niño, y si añadimos menos de la cantidad recomendada tendrá menos nutrientes y el bebé se quedará con hambre.

Cómo conservar

Lo más aconsejable es preparar el biberón de uno en uno, pero es cierto que por falta de tiempo puede resultar más cómodo preparar la leche para los biberones de todo un día. Y es que la fórmula infantil, una vez preparada, no conviene conservarla más de 24 horas, y siempre en la nevera porque a temperatura ambiente puede modificar sus propiedades y sabor, favoreciendo la formación de bacterias. Las botellas para conservar la leche se deben preparar previamente, guardándolas en la nevera a una temperatura no inferior a 5°C. Antes, lógicamente, hay que lavar y esterilizar bien la botella. Antes de dar al niño la leche, se calentará de nuevo antes de ser consumida. Calentar la cantidad de leche que vamos a necesitar para el biberón, porque no conviene recalentar todo el contenido de la botella.

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