Tareas domésticas y niños: Beneficios emocionales y sociales

La sobreprotección de los hijos es un tema que está a la orden del día. Somos muchas las madres que queremos facilitar tanto la vida a nuestros hijos que olvidamos lo más importante: que es un individuo más de la sociedad y que resolviendo sus problemas no conseguiremos prepararlo para la vida adulta. Por ello, lo mejor es que comencemos a relacionarlos con el mundo de las tareas desde pequeños. Pero, además, todo esto trae muchas más ventajas. Te contamos los beneficios emocionales y sociales de las tareas domésticas en los niños.

Beneficios emocionales

1. Descarga estrés

Para bien o para mal, nuestros hijos tienen que soportar diariamente una carga educativa muy severa, ya sea proveniente de la escuela o de actividades extraescolares. Por ello, se hace indispensable que el pequeño pueda descansar la mente y relajarse haciendo algo cotidiano, como pueden ser las tareas domésticas. Además, su cuerpo también lo agradecerá al gastar la energía que pueda quedarle, por lo que mejorará su sueño.

2. Se siente útil y apreciado

La recompensa es uno de los recursos más efectivos tanto para guiar el comportamiento de los niños como para hacerles sentir bien. Si cada vez que haga una tarea le recompensas, aunque sea dándole la enhorabuena por haberlo hecho mejor que el día anterior, el pequeño entenderá que está obrando correctamente y que estáis felices por ello, lo cual le hará feliz a él.

3. Aumenta el sentimiento de pertenencia

Según aprenda a hacer por sí mismo ciertas tareas, comprenderá que las labores domésticas son cosa de toda la familia. Esto no sólo es una gran lección de igualdad, sino que además entenderá que es una pieza indispensable dentro de vuestro pequeño grupo familiar, lo que aumentará su confianza hacia vosotros.

Beneficios sociales

1. Fomenta la independencia

Lo más importante de cara al futuro es, sin duda, que el niño aprenderá a ser más autónomo y dejará de depender de otras personas para las tareas más básicas, como puede ser hacer la comida, lavar la ropa o limpiar la casa. Por supuesto, esto también es muy útil para el presente, y es que será capaz de desenvolverse en caso de que tenga que quedarse solo en casa o, incluso, si los padres están enfermos.

2. Los hace responsables

Encomendar a tu hijo que haga una determinada tarea al día va a ayudarle a comprender el sentido de la responsabilidad, más incluso que con los deberes. Esto se debe precisamente al hecho de que sólo podrán disfrutar de una casa limpia y ordenada si cada uno aporta su granito de arena.

3. Entiende la igualdad de género

Con la repartición de tareas domésticas a una temprana edad tu hijo aprenderá que no son cosa de una única persona o de los padres, sino que es algo que atañe a todos. Por supuesto, también entenderá rápidamente una lección básica de igualdad por la que tanta gente está luchando actualmente: las tareas no tienen género y cualquiera puede realizarlas, independientemente de lo que se trate.

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