Reglas abundantes: Causas y diagnóstico de la menorragia

menorragia
Reglas abundantes: Causas y diagnóstico de la menorragia. Aunque en la mayoría de los casos no se trata de una alteración seria, conviene consultar al ginecólogo si la menstruación es más larga e intensa (con una duración de más de siete días), o inusualmente más abundante, ya que también puede ser un señal de alerta de un problema ginecológico, como el cáncer de útero o los pólipos uterinos. Prevenir es salud, porque diagnosticar la causa de la menorragia no solo ayudará a descartar un trastorno más serio, sino a prevenir las molestias de una regla abundante.
 
Las reglas abundantes o menorragia se pueden producir sin una causa aparente, y de hecho se estima que es una alteración que padece en torno al 15% de las mujeres en algún momento de su vida. En la mayoría de los casos no suele conllevar un trastorno serio, es lo que se conoce como hemorragia disfuncional. El estrés puede provocar un periodo más largo y abundante de lo normal, al igual que si la sangre no coagula de manera eficaz en el útero. La anemia también puede conllevar menstruaciones más abundantes y, en algunos casos, el uso de del DIU como método anticonceptivo. En el caso de padecer anemia, o lo que es lo mismo, déficit de hierro, es importante subrayar que las reglas abundantes provocan que esta pérdida sea aún mayor, lo que puede provocar otros síntomas como cansancio y fatiga.
 
Aunque en la mayoría de los casos es un trastorno leve, conviene consultar al ginecológo, ya que también puede ser un síntoma de algo más serio, un trastorno ginecológico coo los polipos uterinos, endometriosis, fibromas (tumores no cancerosos), hipertiroidismo, enfermedad inflamatoria pélvica o cáncer de útero.
 
Si la regla dura más de siete días y la pérdida de sangre es de 60-80 ml. (una regla normal se sitúa entre los 40-50 ml.), se estima que puede ser señal de menorragia.
 
Para un diagnóstico claro y certero de la causa de las reglas abundantes existen varias pruebas ginecológicas, como la ecografía, prueba que permite establecer si una alteración como los fibromas son la causa de la menorragia. Un análisis de sangre establecerá si la causa es un desequilibrio hormonal (desequilibrio entre los estrógenos y la progesterona del organismo) o si existe anemia. Otras pruebas como la histeroscopia examina la cavidad uterina para descartar la presencia de polipos y, en el caso de sospechar que una infección pueda ser la causa de las intensas hemorragias, un frotis de la vagina permitirá confirmar o descartar el diagnóstico.
 

Prevenir menorragia: Consejos saludables

La alimentación también juega un papel importante en el equilibrio hormonal y, en concreto, puede ayudar a evitar el aumento del flujo menstrual, por ejemplo, reduciendo el consumo de alcohol y café. Es aconsejable incluir fitoestrógenos en su dieta y ácidos grasos esenciales, ya que ambos nutrientes aumentan los niveles de prostaglandinas beneficiosas en el organismo para reducir la hemorragia.
 
Por otra parte, conviene vigilar el consumo de grasas saturadas, así como evitar el consumo de cafeína y de bebidas gaseosas durante las comidas, ya que inhiben la absorción del hierro presente en los alimentos, un mineral fundamental para regular el flujo sanguíneo.
 
Otro hábito saludable que conviene adoptar es la práctica de ejercicio físico, ya que favorece el equilibrio hormonal, alivia los dolores menstruales mejorando la circulación de todo el cuerpo, incluido el útero. Si la sangre no se acumula en la matriz, los periodos son menos dolorosos.

Impostazioni privacy