El tiempo dedicado a hacer los deberes depende de cada niño, pero cuando el niño es disléxico las tareas del colegio pueden resultar más complicadas e, incluso, ser fuente de frustración al no conseguir los resultados esperados. La dislexia, conviene recordar, que se puede definir como un trastorno del aprendizaje (lectoescritura) caracterizado por la dificultad para procesar las letras y palabras y para comprender lo que está leyendo. En absoluto tiene que ver con el cociente intelectual, sino que simplemente el niño necesitará más ayuda, a través de una serie de ejercicios y actividades, para mejorar su capacidad lectora y la comprensión de los textos. ¿Cómo podemos ayudarles? Como padres, conviene seguir algunos consejos que nos pueden resultar de ayuda para los niños.
Comprender qué es la dislexia
En primer lugar es muy importante que los padres entiendan qué es la dislexia y cómo puede interferir en el aprendizaje del niño y en la realización de las tareas (lectura y escritura). La dislexia, tal y como hemos señalado, es un trastorno del aprendizaje que se manifiesta por la dificultad de descifrar y entender un texto escrito y de discernir las características morfológicas de la lengua. Este trastorno no se debe a deficiencias intelectuales o sensoriales, pero sí puede afectar al rendimiento académico del niño. El apoyo de los padres en la realización de tareas es crucial.
Programar un plan de estudio
Para ayudar al niño disléxico conviene planificar las horas que dedicará al estudio o a hacer los deberes, respetando los descansos. Es importante preguntar al niño cuál es la hora en la que se encuentra más motivado o concentrado (no más allá de un par de horas después de salir del colegio), así como crear un espacio de estudio en su habitación (libre de ruidos).
Ayúdale pero sin agobios
Paciencia. Una regla de oro para todos los padres a la hora de ayudar a los niños a hacer los deberes. Se trata de ayudar y de que aprenda, resolviendo las dudas que puedan surgir a la hora de hacer los deberes y, solo cuando hayan concluido, podemos proponerles revisar su tarea y explicar las correcciones que, a nuestro juicio, harían que el trabajo fuera mejor. La tarea como padres es asegurarse de que completan las tareas escolares.
Alabar su trabajo
Es importante motivar al niño, por eso después de completar sus tareas, y sobre todo si ha conseguido hacerlo en el tiempo que se había marcado, hay que alabar su esfuerzo y su trabajo. Hay que reconocer a los niños cuando hacen las cosas bien y, de igual manera, evitar ser excesivamente críticos con los errores.
Aprovechar las nuevas tecnologías
Para favorecer el aprendizaje de los niños disléxicos las nuevas tecnologías están de nuestro lado. Además de las herramientas tecnológicas, podemos utilizar tarjetas de colores, dibujos y otras señales visuales. También son interesantes los audiolibros. En definitiva, cualquier herramienta que desarrolle las capacidades sensoriales del niño.
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