Cosas que las mujeres hacemos por miedo al acoso sexual

Muchas mujeres vivimos con un miedo constante al acoso sexual que se transmite en acciones para evitarlo que a veces los hombres no notan o que incluso ni siquiera nosotras mismas tenemos consciencia de hacer. Formas de “prevención” que no son más que actos que las mujeres naturalizamos por miedo al acoso sexual.

Acoso sexual ¿no es para tanto?

Estamos un poco cansadas de escuchar que nos digan que las feministas somos un poco exageradas, que no es para tanto, que el mundo ya ha evolucionado y no es machista… «¿Pero qué estás diciendo?» Nos preguntamos una y otra vez, porque nosotras tenemos que vivir día a día con el patriarcado, luchar contra él cuando tenemos la oportunidad y oprimirnos ante él cuando el miedo y el peligro nos supera.

Cuando una persona no sabe lo que es vivir con miedo al acoso sexual, es fácil que no pueda ponerse en los zapatos de las mujeres, pero eso no es excusa para no tratar de ser más comprensivo y asertivo y hacer un esfuerzo por comprender las reivindicaciones feministas de las mujeres.

Así que si eres una de esas personas que no quieren aceptar la situación de las mujeres en el mundo, ya es hora de que enfrentes la realidad. Estas son las cosas que las mujeres hacemos constantemente por miedo al acoso sexual. Casi todas hacemos varias de ellas diariamente. ¡Exacto! Todos y cada uno de los días de nuestra vida.

  1. No aceptar una copa de un desconocido si el camarero no la ha servido delante de ti. 
  2. Decirle a ese chico que te ha entrado en el bar que «tienes novio”, porque sabes que si le dices simplemente que no te interesa, no te va a dejar en paz. 
  3. Avisar a tus amigas cuando vas a tener una primera cita con alguien que no conoces muy bien y decirle dónde habéis quedado.
  4.  

  5. Tener códigos de SOS con tus amigas para situaciones potencialmente peligrosas con nuevos ligues.
  6. Mandarle un mensaje a tu amiga para avisarle que la cita no está yendo mal y que estás fuera de peligro. 
  7. Bajar el sonido de tus auriculares en el transporte público porque debes saber qué está pasando a tu alrededor por si acaso. 
  8. Mirar hacia atrás cuando caminas de noche por la calle para asegurarte que no te están siguiendo. 
  9. Cruzarte de acera cuando ves un hombre sospechoso que te mira como si te desnudara, por si acaso, no vaya a ser un violador.
  10. Ponerte pantalones cortos bajo la falda para evitar el upskirting.
  11. No mirar a los ojos a un desconocido en el metro por temor a ser «malinterpretada»
  12. Caminar rápido para llegar antes a tu destino y tener las llaves en la mano por si acaso.
  13. Mantener el 112 en el móvil cuando caminas sola por la calle por si te atacan.
  14. Ignorar a los hombres que te silban por la calle o comentan tu aspecto, aunque por dentro te sientas avergonzada o te gustaría enfrentarlos, pero temes que las represalias sean peores.
  15. Coger un taxi por prevención y tener miedo de que sea el taxista quien te pueda hacer daño.
  16. Buscar la manera siempre de que te acompañen a casa porque es peligroso regresar sola.
  17. Avisar a tus amigas de que llegaste “sana y salva” a tu casa.
  18. Decidir no ponerte la blusa que te gusta en la entrevista de trabajo por si te la hace un hombre y piensa que te estás insinuando.
  19. Estar atenta a las personas que están cerca de ti caminando en la calle por si alguna es un acosador.
  20. Bloquear teléfonos y redes sociales de acosadores que te conocen o no y que no te dejan en paz. Tu mayor preocupación es que consigan tu dirección.
  21. Cerrar las puertas del coche mientras conduces y subir las ventanillas por miedo a que un acosador intente entrar mientras estás parada en un semáforo.
  22. Sentarte al lado de una mujer en el autobús, porque sabes que hay una posibilidad de que des con un acosador.
  23. Hacer como que hablas con tu novio por el móvil cuando caminas sola por la calle o dentro de un taxi.
  24. Avisar a tu grupo de amigas del número de taxi en el que vas para que pueda ser localizado en caso de que te hagan daño.
  25. Ir juntas al baño, sobre todo en espacios con mucha gente, para evitar el acoso o poder defenderte en caso de una agresión.
  26. Ponerte una mano delante y otra detrás cuando pasas entre la gente en un concierto para tratar de evitar que te manoseen.
  27. Cuidar en exceso las palabras que empleamos con nuestros compañeros de trabajo o jefes masculinos, sobre todo si hemos observado que tienden a «malinterpretar» intencionadamente las cosas que las mujeres dicen.

Las mujeres sentimos que vivimos en constante peligro porque aún el acoso sexual está aceptado socialmente en muchos aspectos. Sabemos que no hay conciencia sobre la situación que vivimos, sabemos que no siempre la ley nos favorece en los casos de acoso sexual y que en algún momento de nuestras vidas lo vamos a sufrir o hemos sufrido acoso sexual, incluso en nuestra niñez.

¿Acaso es justo tener que naturalizar todos estos actos de «prevención» al acoso sexual porque vivimos con miedo? Las mujeres deberíamos poder salir a la calle sin miedo a que nos acosen, deberíamos poder trabajar en un entorno seguro donde el acoso sexual laboral no exista y deberíamos poder sentir que vivimos una vida segura.

La próxima vez que desees menospreciar las reivindicaciones feministas, ten claro que gracias al feminismo hoy podemos hablar de nuestra situación y enfrentar el acoso sexual con estrategias de unión. No seas un ignorante que no desea conocer la realidad que viven las mujeres día a día, no menosprecies a las mujeres que tardan en denunciar una violencia sexual ni a aquellas que se esfuerzan día a día por cambiar el mundo y vivir sin miedo.

Y si quieres más información, toma nota de estos consejos para detectar el acoso sexual y el ranking mundial de las ciudades más peligrosas para las mujeres.

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